viernes, 7 de septiembre de 2012

El empleo de EU no da argumentos claros para un QE3


El dato de empleo de EU era crucial hoy por dos motivos: uno, porque era el indicador de más peso previo a la reunión de la Fed de la semana que viene (durará dos días, 12 y 13 de septiembre), donde se discutirá si es preciso aplicar nuevos estímulos monetarios para reanimar la actividad económica de EU. Y en segundo lugar, porque será mirado por lupa por los candidatos a la presidencia, que tratarán de leer el dato según más le convenga a sus intereses.

El dato fue mixto: la nómina creció menos de lo esperado pero la tasa de desempleo, inesperadamente, se redujo. Sin embargo, una lectura más cuidadosa de todas las variables que incluye el dato de empleo nos hace pensar que más bien fue flojo.

La nómina no agrícola de agosto creció en 96,000 empleos, por debajo de lo que había pronosticado el consenso de Briefing.com (130,000). Además hubo revisiones a la baja en la nómina de los dos meses anteriores: en julio pasaron de 163,000 a 141,000, y en junio de 64,000 a 45,000. Por tanto, no sólo el ritmo de creación de empleo fue bajo en agosto, sino que entre junio y julio se generaron 41,000 empleos menos de lo publicado originalmente. La nómina privada, excluyendo el empleo público, fue de 103,000, por debajo de lo esperado por el consenso (144,000) e inferior a los 163,000 empleos de julio (revisado a la baja de 172,000).

De este modo, entre julio y agosto, el ritmo promedio de creación de empleo es de 119,000, que aunque supone una mejora respecto a los 67,000 empleos creados de promedio durante el segundo trimestre,  está muy lejos de los 226,000 empleos que en promedio se generaron durante el primer trimestre.


Se infiere de todo esto que el dinamismo del mercado laboral de EU durante el verano fue menos potente de lo que se pensaba, sobre todo teniendo en cuenta que superadas las distorsiones que provocó el clima durante el invierno y la primavera, el ritmo de creación de empleo podría regresar a una tendencia subyacente más firme. Otra vez el reporte de ADP mandó un mensaje equivocado a los mercados.

Por sectores, sorprendió el despido de 15,000 trabajadores en la manufactura luego de que se contrataran a 23,000 empleados en el mes previo, en tanto el empleo en la construcción sigue paralizado. Eso hizo que en el rubro de producción de bienes, se destruyeran 16,000 puestos de trabajo comparado con los 23,000 empleos del mes previo. En el sector de proveedores de servicios, se desaceleró el ritmo de creación de empleo a 119,000 en agosto comparado con 139,000 en julio. En este subsector, destacó la lenta contratación en el rubro de servicios profesionales y de negocios, donde se contrataron a 28,000 trabajadores frente a 47,000 un mes antes.


Fuente: Stone & McCarthy

Pese al menor ritmo de creación de empleo en agosto, la tasa de desempleo, inesperadamente, se redujo a 8.1% cuando el consenso de analistas esperaba que se mantuviera sin cambios en 8.3%. Esta discrepancia entre el comportamiento de la nómina no agrícola y la de la tasa de desempleo se explica porque la información proviene de dos encuestas distintas: la de la nómina se extrae de la encuesta sobre los establecimientos empresariales, y la de la tasa de desempleo de la encuesta sobre los hogares. La tasa de desempleo iguala la tasa observada en abril, que a su vez fue la más baja desde enero de 2009, luego del ligero repunte que se observó en los meses siguientes.

En otros indicadores, las remuneraciones por hora se mantuvieron sin cambios, también defraudando al consenso (+0.2%), además de que el dato de julio se revisó a la baja, de 0.1% a 0.0%. Finalmente, la semana de trabajo privada se redujo a 34.4 horas comparado con 34.5 que estimaban los analistas.

En definitiva, la cifra pone en un aprieto a la Fed, que tendrá una reunión difícil la próxima semana, con un fuerte debate interno sobre si se deben aplicar nuevas medidas de estímulo monetario o no. Bernanke, en la reunión de Jackson Hole dejó la puerta abierta y afirmó que si es necesario, se hará más. Lo malo es que la coyuntura no dice claramente si realmente son necesarios más estímulos o no, no hay argumentos contundentes en uno u otro sentido, más teniendo en cuenta los costos y riesgos que implica otro programa de compra de bonos, esto es, un QE3 (aunque hay otras alternativas). Nosotros no creemos que haya argumentos para aplicar un QE3, pero la Fed podría inclinarse por hacer cambios en su comunicado respecto a las expectativas de tasas futuras.

¿Y en la cuestión política? Pues fácil imaginar que Obama hará énfasis en la caída de la tasa de desempleo en agosto en tanto que su rival Romney hablará de la nóminal, del bajo ritmo de creación de empleo, señal de que la actividad económica en EU está lejos aún de una franca recuperación. 

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