En ella, Carstens deja claro que no tiene ninguna premura en bajar las tasas de interés en México. Para él, no es preciso en México inyectar excesiva liquidez como han hecho el Banco Central Europeo (BCE) y la Fed porque, simple y llanamente, México no tiene los problemas de Europa y EU.
Si el BCE y la Fed han inundado de dinero al sistema financiero ha sido para atender unos problemas específicos que México no posee por lo que, concluye Carstens, "¿para qué tomar una medicina que no se necesita?". México, dice Carstens, no tiene por qué "sufrir catarros ajenos", reincidiendo en su idea de que México ahora mismo posee una salud económica y financiera envidiable frente al resto del mundo.
Además, y fortaleciendo su percepción de que no se precisan bajar las tasas de referencia, Cartens afirma que la curva de rendimientos de México se ha desplazado a la baja en todos sus plazos sin mover la tasa objetivo, por lo que el mercado está haciendo la tarea de Banxico por sí solo mientras que ellos, al no mover tasas, están logrando "anclar las expectativas de inflación hacia el largo plazo".
Por otro lado, expresó que la masiva oferta de dinero en Europa podría causar problemas inflacionarios si no se toman medidas una vez que haya pasado el entorno de incertidumbre.
Respecto a otros asuntos de México, comentó que las reservas internacionales a pesar de haber alcanzado un máximo nivel histórico deberán seguir aumentando combinando su acumulación con el aislamiento del mercado cambiario de la volatilidad. También, mencionó que la acumulación de reservas le cuesta al Banco de México debido a que en parte, depende de la colocación de títulos gubernamentales y cuando el rendimiento de las reservas es menor a los cetes, tiene un costo para el Banco de México. A su vez, señaló que su acumulación también se ha facilitado por la entrada de divisas del petróleo debido a sus altos precios.
En cuanto a la aplicación del tratado de Basilea III, se le preguntó al gobernador de Banxico si no tendría un impacto negativo en la aceleración de la economía, sin embargo, Carstens argumentó que el sistema bancario nacional es lo suficientemente sano para que haya una desaceleración del crédito, dijo además del interés que tiene en que haya una expansión del crédito pero con una alta supervisión y seguridad para no “accidentarnos en el camino”. Con esto afirmó que si el crecimiento de Estados Unidos es sostenido en este año, México estaría cerca de alcanzar un crecimiento de 4%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario