Habló el presidente de la Fed, Ben Bernanke, sobre cómo está evolucionando el mercado de trabajo en EU y cuáles son sus perspectivas para el empleo. Bernanke, tanto en sus últimos discursos (por ejemplo, en su reciente testimonio semestral en el Congreso), como en el último comunicado de política monetaria, reconoció que el mercado laboral había mejorado más rápido de lo que se esperaban.
En su discurso de hoy incidió en lo mismo: menciona que ha repuntado la nómina no agrícola y que se ha producido un “declive notable en la tasa de desempleo”. Sin embargo, no está seguro de que esa tendencia vaya a proseguir en el futuro, dado que “los mejores números en el empleo parecen algo fuera de sincronía con el ritmo general de expansión económica”. El discurso que dio, por tanto, se concentró en desentrañar esa aparente contradicción y las implicaciones que tendría para el curso futuro del mercado laboral y la economía.
Para explicar la discrepancia, recurrió a la ley de Okun, esa relación que estableció el economista y asesor presidencial de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, Arthur Okun, entre los cambios en la tasa de desempleo y el crecimiento del PIB real. Lo que dice la Ley de Okun es que debido al crecimiento de la fuerza laboral y a las ganancias de productividad, para que la tasa de desempleo descienda, el PIB real tiene que crecer por encima de su potencial. En específico, la ley de Okun establece que pare reducir la tasa de desempleo en un punto porcentual a lo largo de un año, el PIB real debe expandirse aproximadamente 2 puntos porcentuales por encima de su crecimiento potencial.
Lo que concluye Bernanke es que “el declive notable de la tasa de desempleo” durante el 2011 fue “mayor de lo que sería consistente con el crecimiento del PIB durante ese período”. Bernanke recalca que el crecimiento del PIB en el 2011 fue inferior al 2%, “menos de lo que la mayoría de los economistas estimarían que es la tasa de crecimiento potencial de la economía de EU”. En consecuencia, la Fed habría esperado que la tasa de desempleo prácticamente se mantuviera sin cambios a lo largo del año pasado o incluso un pequeño incremento.
Para explicar esa aparente anomalía, Bernanke recurre a varias tesis. A la primera le llama “ruido estadístico”. Es decir, Bernanke nos viene a decir que la regla sí se está cumpliendo, solo que posiblemente el PIB creció más rápido de lo que actualmente estima la Oficina de Análisis Económico (BEA por sus siglas en inglés) y que futuras revisiones revelarán una expansión económica más rápida de la que actualmente estima la BEA. Esta explicación, en verdad, ni nos convence a nosotros ni tampoco parece creérsela el propio Bernanke.
La segunda explicación, más creíble y sobre la que sí hay más evidencia, es que la caída en la tasa de desempleo esté sobredimensionando la mejora del mercado laboral. A lo que apunta esta tesis es que ante el bajo crecimiento económico y las pocas expectativas de encontrar un trabajo, un buen número de desempleados, desalentados, hayan dejado de buscar empleo, por lo que salieron de la fuerza laboral, o lo que se conoce como “Población Económicamente Activa”. En consecuencia, la tasa de desempleo, que mide la relación entre el número de desempleados y la población económica activa (la suma de los que trabajan más los que activamente están buscando un empleo) se reduciría, aunque “no por una razón positiva”. Esa tesis está respaldada, en parte, por la pronunciada caída en la tasa de participación de la fuerza laboral.
La tercera tesis de Bernanke es que al igual que durante la recesión y justo después de la recesión, hubo una “sobrerreacción” del mercado laboral al sobrepasarse la propia métrica de la Ley de Okun, ahora se está normalizando el “exceso de despidos” de aquella etapa con un “exceso de contrataciones”. Es decir, si durante la recesión, el aumento de la tasa de desempleo fue “demasiado alto” incluso teniendo en cuenta la “sustancial caída que ocurrió en el PIB real”, ahora la tasa de desempleo se está alineando a los parámetros que establecería la Ley de Okun, por lo que la tasa de desempleo se está reduciendo más rápido de lo que sugeriría la expansión del PIB real, como respuesta a la “sobrerreacción” del pasado.
Ahora bien, Bernanke advierte que de ser así, una buena parte del “sobreaumento” de la tasa de desempleo durante 2009 se habrá absorbido con la “sobrecaída” de la tasa de desempleo durante el 2011, por lo que ya estaría bastante alineado con los parámetros de la Ley de Okun, y para que la tasa de desempleo siguiera cayendo se precisaría, y para cumplir dicha ley, que el crecimiento económico sea superior al de su potencial en el futuro previsible (o por lo menos se precisa de una tasa de crecimiento del PIB mayor a la del 2011).
Que Bernanke recurra a la ley de Okun en estas circunstancias extremas, si bien puede servir de referencia, se nos hace extraño. La ley de Okun se estableció basada en datos de la década de 1950, en unas circunstancias más estables, y se fijó para unas tasas de desempleo más o menos normales, de entre el 3% y el 7.5%. Es cierto que se ha ido actualizando, y que se ha cumplido, con una cierta razonabilidad, a lo largo del tiempo. Pero actualmente la tasa se ubica en 8.2% y llegó a tocar un máximo de 10% en octubre de 2009.
Pero la actual volatilidad tanto en el PIB como en la tasa de desempleo, consecuencia de una coyuntura que se ha llamado “La Gran Recesión”, que no se convirtió en “Gran Depresión” gracias a las políticas económicas que se aplicaron para evitarlo, tanto por el lado fiscal y monetario, hace imposible que se cumpla la Ley de Okun, si es que a la relación que estableció Okun se le puede llamar Ley. Durante esta etapa, la incertidumbre entre los agentes económicos ha sido tan alta que las respuestas en el mercado laboral han sido anormales.
Dicho todo esto, y luego de reconocer Bernanke esa mejora en el mercado de trabajo, insistió en que pese a ella, “permanece lejos de lo normal”. Tanto el número de trabajadores como el total de horas trabajadas permanecen en niveles significativamente por debajo de sus “picos” antes de la crisis; mientras que la tasa de desempleo se sitúa muy por encima de lo que los economistas juzgan es su nivel sostenible de largo plazo”.
En particular, Bernanke se muestra especialmente preocupado por el desempleo de largo plazo, o aquellos trabajadores que han estado sin empleo por seis meses. Ante esto, Bernanke se pregunta si ese desempleo se debe a factores coyunturales (demanda agregada insuficiente) o a cambios estructurales (una oferta de trabajo que no está preparada para las demandas laborales actuales). Aunque Bernanke consideran que ambos factores han contribuido al deterioro del mercado laboral, predomina el de la insuficiencia de la demanda agregada, por lo que la Fed mantendrá una política acomodaticia para estimular a la demanda agregada.
Eso son buenas noticias para los mercados, el que la Fed no tenga planes de subir tasas. Y ayuda a Wall Street este lunes. A media hora del cierre, los tres índices de Nueva Yorj trepan con fuerza: Dow Jones gana un 1.2%, S&P's 599 un 1.3% y Nasdaq un 1.7%.
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