La reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed, (FOMC por sus siglas en inglés), mantuvo las actuales directrices de la política monetaria: el objetivo de las tasas de los fondos federales se mantienen en su actual nivel de entre 0% y 0.25%, y garantizan que, dadas las actuales condiciones económicas, las tasas permanecerán en niveles extraordinariamente bajos hasta “al menos finales de 2014”.
Como era de prever, el presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, volvió a disentir del resto del Comité por ese último detalle, el del compromiso de la Fed mantener las tasas muy baja hasta finales de 2014.
Además, mantiene inalterados los actuales programas de relajamiento cuantitativo, que incluye el programa de reemplazar activos de corto plazo por otros de largo plazo para ampliar la vida promedio de sus tenencias, la reinversión del pago de principal de su deuda de agencia y títulos respaldados por hipotecas de agencias (Fannie Mae y Freddie Mac) en más deuda de agencias respaldadas por hipotecas, y la renovación de la deuda del Tesoro que venza.
Pero si bien las políticas no se modificaron, el comunicado sí reconoció una mejora en dos aspectos importantes: uno, la recuperación de la economía de EU; y dos, las tensiones financieras en los mercados internacionales.
En lo que respecta a la economía de EU, la Fed señaló que “las condiciones del mercado laboral han mejorado más” y añadió que “la tasa de desempleo ha descendido de forma notable en meses recientes”, algo que no estaba en el anterior comunicado. La Fed también mencionó que el “gasto de las familias ha continuado su avance”, pero a esa percepción se sumó el gasto en inversión fija, que también está creciendo. En el anterior comunicado, la Fed advertía que el gasto en inversión fija se había “desacelerado”. Lo que no ha mejorado es el sector inmobiliario, que sigue “deprimido”.
Por otro lado, y en lo referente a las tensiones de los mercados internacionales, su diagnóstico es que “se han relajado”, si bien mantiene la frase de que “representan un significativo riesgo a la baja en las perspectivas económicas”.
En lo que respecta a la inflación, la Fed no parece demasiado preocupada con su comportamiento, pese al incremento en los precios del petróleo y de la gasolina. La inflación, a su juicio, permanece baja y las expectativas inflacionarias de largo plazo, “estables”.
Por tanto, la Fed reconoce dos claras mejoras: uno en la economía, donde el mercado laboral está mejor y a la recuperación del gasto de consumo se ha sumado el del gasto en inversión; y dos, un relajamiento en las tensiones internacionales, derivadas fundamentalmente (aunque no lo dice la Fed) de los programas de liquidez de lago plazo del BCE y del rescate griego.
Cierto, en estas circunstancias, la Fed posiblemente se lo piense mucho antes de anunciar un nuevo programa de compra de activos, asunto que parece aparcado de momento. Pero si no hace falta es porque la economía de EU cada vez parece más cerca de acercarse a una senda de crecimiento autosostenible, sin precisar más respiración asistida de la Fed.
Y eso son buenas noticias: al menos, después de la reunión de la Fed, Wall Street avanza de forma firme, en nuevos máximos del año, con el Dow y el Nasdaq rebasando de forma cómoda los 13,000 y los 3,000 pts respectivamente.
Según escribimos esta nota, el Dow sube un 0.9% a los 13,070 pts y el Nasdaq un 1.1% a los 3015 pts. El S&P’s 500 gana un 0.9% a los 1,383 pts.
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