Fue una jornada de tranquilidad en Wall Street, sin sobresaltos, a
la espera de los acontecimientos que puedan venir de Europa. Durante el fin de
semana y este lunes, los líderes europeos parece que se han movido ante la
presión de los mercados. Aunque la canciller alemana Angela Merkel se resiste a
hacer concesiones, el mercado empieza a descontar que dentro de poco tendrá que
dar su brazo a torcer (Soros da un plazo de 3 meses para salvar el euro y poder
revertir la situación). Algo se está moviendo, pero no se sabe bien el qué ni
cuál será su alcance. Por eso Wall Street estuvo de espectador y apenas se
movió, mientras en Europa proseguía una volatilidad extrema, con los mercados de
la periferia volando en tanto la bolsa alemana era esta vez la que salía
escaldada y el euro se recuperaba.
En Europa circularon muchas noticias y especulaciones. Primero fue
que Portugal pasó el examen de Europa y el FMI y, por tanto, le liberarán un
nuevo tramo de su programa de rescate, dinero con el que inyectará capital a
los tres principales bancos lusos. Luego
vino que el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, apoya la idea (en
contra de la tesis de Merkel) de inyectar el dinero delo fondo del rescate
directamente a los bancos, sin pasar por los Estados. Y finalmente, como
colofón, y luego de que Merkel se negara apoyar la emisión de eurobonos “bajo
ninguna circunstancia”, las negociaciones que mantiene con el presidente de la
Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, sobre un “gran plan” en el que se
podría contemplar la emisión de eurobonos a costa de una mayor cesión de
soberanía presupuestaria de los Estados nacionales a Bruselas.
Ahora bien, que se trabaje en estas cosas no quiere decir que la
escisión interna que vive la eurozona esté resuelta, ni que en caso de que las
heridas empiecen a cicatrizar, vayan a llegar a tiempo para salvar a Europa. De
momento, las miradas siguen puestas en las elecciones del 17 de junio en Grecia
y en la reunión del Consejo Europeo del 29 y 29 de este mismo mes.
La cosa es que en medio de todo este trasunto, y tras la debacle
de los mercados el viernes como resultado del flojo dato de empleo en EU, Wall
Street se mantuvo ajeno a todos los dimes y diretes del politiqueo europeo y
apenas se movió, fraguando un cierre mixto. Al término de la sesión, el Dow
Jones retrocedía ligeramente un 0.14% para cerrar en los 12,101.46 pts mientras
que el Nasdaq avanzaba un 0.46% para concluir en los 2,760.01 pts. El S&P’s
500 acababa en tablas, con una mínima apreciación del 0.01%, en los 1,278.18
pts.
El único dato del día en EU tampoco ayudó: se trataba de los
pedidos de fábrica de abril, los cuales inesperadamente se contrajeron un 0.6%
cuando el consenso estimaba un incremento de 0.1%. Además, el dato de marzo se
revisó a la baja de -1.9% a -2.1%.
La jornada no estuvo tan tranquila en Europa, donde estuvo cargada
de contrastes, pero de distinto tono al que estamos habituados: la periferia
trepó y los países centrales se hundieron, al adelantar los inversionistas que
dadas las circunstancias, Alemania tendrá que salvarlos y asumir el costo. Así,
el Ibex-35 de Madrid se disparó un 2.88% impulsado por la banca ante las
especulaciones de que al final obtendrá recursos directamente del fondo de
rescate, mientras que la prima de riesgo se relajó a 520 pbs. También trepó la
bolsa de Milán (1.19%). Pero el Cac-40 de París apenas se movió (0.14%)
mientras que el Dax de Francfort se hundió un 1.19%. El euro se apreció con
fuerza y casi reconquistó lo 1.25 dólares.
Entre los sectores más castigados, estuvieron el industrial
(-0.8%) y el financiero (-0.8%), mientras que el de telecomunicaciones, con una
subida de 0.7%, fue el de mayor fortaleza. Por acciones del Dow Jones, un
banco, JP Morgan, fue el de peor desempeño (-2.9%) seguido de dos industriales,
Caterpillar (-2.6%) y General Electric (-2.1%). El otro banco, Bank of America,
se dejó un 1.7%. Las acciones que más subieron fueron las de Home Depot
(+1.7%), seguido de la sufrida Alcoa (1.1%). Verizon avanzó un 0.8% y AT&T
un 0.7%.
La mejor acción del S&P’s 500 fue Chesapeake Energy (+6.0%),
luego de que la compañía acordara reemplazar a cuatro miembros del consejo por
candidatos propuestos por sus dos máximos accionistas: Southeastern Management
CO y el inversionistas Carl C. Icahn. Y en nuestro “Facebook Watch”, la acción
se hundió hoy un 3.0% adicional para terminar en $26.90.
Para mañana, la agenda económica trae el ISM no manufacturero para
el mes de mayo, para el que se espera una lectura de 53.1 comparado con 53.5 en
abril. Además, habrá tres funcionarios de la Fed en la palestra: Bullard,
Fisher y Evans, quien se les escuchará con atención antes del testimonio del presidente
de la Fed, Ben Bernanke, el jueves, a la espera de si hay indicios de un QE3
tras el pésimo dato de empleo en mayo y los problemas de Europa.
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