Por el comportamiento del mercado, está claro que los mercados
apuestan que no habrá catástrofe. Que este domingo, en las elecciones griegas,
el partido de centro derecha Nueva Democracia, que apoya las medidas de
austeridad de Europa a cambio del segundo rescate y el programa de restructuración
de deuda, ganará las elecciones y será capaz de formar gobierno. Por tanto, no
habrá, al menos en el corto plazo, una salida de Grecia del euro, ni una
suspensión de pagos, ni una corrida bancaria, ni un estrangulamiento del
crédito, ni un colapso de los mercados. Vamos, que no se repetirá, en peor
grado, la crisis de Lehman Brothers de septiembre de 2008. Por el contrario,
habrá rally. Y con esa esperanza compraron con más ansias justo antes del
cierre, sin ningún temor.
De modo que la jornada concluyó con Wall Street en los máximos de
la sesión. El Dow Jones ganó un 0.91% para terminar en los 12,767.17 pts. Pero
el Nasdaq y el S&P’s concluyeron con avances superiores al 1%: el Nasdaq
ascendió un 1.29% para acabar en los 2,872.80 pts, y el S&P’s, el que mejor
mide el tono general del mercado, se elevó un 1.03% a los 1,342.84 pts.
De este modo, prosigue el rally de junio, con la esperanza de que se
prolongue la próxima semana y hasta todo el mes. De hecho, Wall Street encadenó
su segunda semana consecutiva de subidas. En estos último cinco días, el Dow
Jones trepó un 1.5% y el Nasdaq descolló con un 3.5%. El S&P’s 500 se
apreció un 1.0%.
Las acciones que más subieron fueron los sectores más golpeados
durante el mes de mayo, cuando las bolsas se hicieron pedazos. Son por
supuesto, las financieras (+1.2%), las más ligadas al ciclo económico como las
petroleras (1.8%), las de materiales básicos (1.6%), o las industriales (0.9%),
y el sector favorito del mercado en este 2012, las tecnológicas (1.4%). Aun
así, en este viernes, previo a las elecciones de Grecia, subieron los 10
sectores del S&P’s 500. El que menos avanzó fue el de telecomunicaciones,
que viene de un buen rally reciente, y apenas ascendió un 0.2%.
En el Dow Jones, las acciones que más subieron fueron dos
financieras: Bank of America (3.1%) y American Express (2.2%). La otra gran
financiera del Dow Jones, JP Morgan, ganó un 1.1%. Entre las petroleras, Chevron
trepó un 2.4% y Exxon Mobil un 1.3%, mientras que el fabricante de aluminio
Alcoa ascendió un 2.0%. También se
elevaron con vigor, entre las tecnológicas, Microsoft (+2.3%). que comprará la red social Yammer por 1,200 mdd,e IBM (2.1%)
mientras que Intel (1.3%), y Cisco (1.1%), lo hicieron de manera más moderada.
Entre las industriales destacaron General Electric (1.4%), o Caterpillar
(1.2%).
Entre las perdedoras, estuvo Home Depot (-0.6%) tras el fuerte
rebote de ayer, así como Procter & Gamble (-0.5%) y Verizon (-0.5%).
Pero en general fue un día de rally, de apuesta a que el lunes los
mercados, con una victoria de Nueva Democracia, se levantará feliz, dispuestos
a invertir como cosacos y cazar gangas donde las haya.
Ni siquiera hicieron caso a unos indicadores que fueron, todos
ellos, malos. La producción industrial de mayo, inesperadamente, se contrajo un
0.1% cuando el consenso estimaba que aumentara un 0.1%. Además, el dato de
abril se revisó a la baja de 1.1% a 1.0%. También fueron preocupantes el índice
del Empire State de la Fed de Nueva York, que se hundió a 2.3 en junioc
comparado con 17.1 en mayo (el consenso esperaba 13.5). Finalmente, la
confianza del consumidor de Michigan bajó a 74.1 en junio frente a 79.3 en mayo
(el consenso estimaba 77.0). Una retahíla, por tanto, de datos malos.
Ojalá, por tanto, estén los inversionistas en lo correcto y el
domingo haya una victoria de Nueva Democracia. Porque si alguna semana se puede
parecer, o ser peor, que la de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de
2008 será la próxima. Y si apostaban porque una acción coordinada de los bancos
centrales de todos modos les salvaría, se van a llevar un gran chasco.
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