Durante la mayor parte del día, Wall Street se estuvo moviendo en
un rango estrecho. No empezó la jornada bien, con los mercados presionados no
sólo por las tensiones en Europa, con una mala subasta en Italia y una
creciente corrida bancaria en Grecia antes de las elecciones, sino también por
un débil dato de ventas minoristas en EU. Pero poco después de la apertura, los
índice se recuperaron y estuvieron zigzagueando cerca de los niveles de cierre
de ayer, entreverando moderadas ganancias con modestas pérdidas. Sin embargo, a
falta de dos horas para el cierre, empezaron a sumergirse, las órdenes de
ventas se acumularon y concluyeron a la baja.
Al cierre de la jornada, el Dow Jones perdía un 0.62% para
terminar en los 12,496.38 pts, mientras que el Nasdasq bajaba un 0.86% para
concluir en los 2,818.61 pts. El S&P’s 500 retrocedía un 0.7% para acabar
en los 1,314.88 pts.
El consumo privado de EU vuelve a flaquear. En mayo, las ventas
minoristas se contrajeron un 0.2%, tal y como anticipaban los analistas. Pero
la sorpresa estuvo en que abril también se revisó a la baja, de 0.1% a -0.2%, por
lo que se encadenaron dos meses consecutivos de caídas en las ventas. Este
comportamiento deja en evidencia que el gasto de consumo, que representa 2/3
del PIB, languideció durante el segundo trimestre del año. En buena medida, porque se revirtieron parte de las ganancias del primer trimestre
asociadas al clima; pero por otro lado, como resultado de un menor ritmo de
actividad general y de una creación de empleo más baja.
Excluyendo el volátil componente de autos, las cifras fueron aún
peores: inesperadamente se redujeron un 0.4%, cuando el consenso estimaba una lectura de 0.0%. La cifra de
abril se revisó también a la baja, de 0.1% a -0.3%. Ahí es donde se reflejó que
la tendencia subyacente del consumo es peor de lo que se preveía, con marcados
declives de los componentes de materiales de construcción (-1.7%), un sector
especialmente sensible al clima, gasolineras (-2.2%), o el de mercancías
generales (-0.5%).
De menor impacto para el mercado, fueron los precios al productor
de mayo o los inventarios de negocios de abril. El dato de ventas minoristas
provocó una apertura a la baja, pero a la hora ya se habían recuperado y se
negociaban con avances.
Así estuvieron hasta dos horas antes del cierre, moviéndose en un
estrecho margen. Pero al final pudieron más los temores de Europa, sobre todo
la incertidumbre que genera las elecciones de Grecia y la presión que existe
sobre las tasas de largo plazo de los bonos de la periferia, y la debilidad del
consumo en EU, lo que arrastró a las bolsas a la baja. La percepción de que la
economía global pierde fuelle debido a los problemas de Europa pesó en la
cotización del barril del WTI, que bajó un 1.1% para cerrar en los 82.40
dólares, un mínimo de 8 meses, y en las cotizaciones de otras materias primas.
De este modo, el sector que más bajó en la jornada fueron los de
materiales básicos (-1.4%) y petróleo (-1.2%). El dato de ventas minoristas,
por otro lado, golpeó al sector de consumo discrecional (-1.3%), y a otro
sector muy cíclico como el industrial (-1.1%). El sector financiero retrocedió
un 0.6%, algo resguardado por las expectativas de que las autoridades ayudarán
a la banca, mientras que el tecnológico perdió un 0.7%. Los menos castigados
fueron los más defensivos como el de “servicios públicos” (-0.1%), y salud
(-0.2%). El de telecomunicaciones también se depreció un 0.1%.
Dentro del Dow Jones, las acciones que más cayeron fueron American
Express (-2.4%), junto con una gran minorista como Home Depot (-2.4%).
Wal-Mart, la otra gran minorista, perdió un 1.0%. Entre las industriales,
bajaron Caterpillar (-2.0%) y United Technologies (-1.1%). La acción que más
subió en el Dow fue una defensiva, Johnson & Johnson (2.2%), seguida de JP
Morgan (+1.6%), que era premiada pese a que su director ejecutivo, Jamie Dimon,
comparecía en el Senado para explicar los 2,000 mdd que perdió en operaciones
especulativas. Bank of America también se salvó (0.1%).
Al cierre de la jornada, la agencia de calificación Moody´s siguió
los pasos de Fitch y rebajó la calidad de la deuda española en 3 escalones para
situarla Baa3, al borde del estatus de “bono basura”. Sus argumentos para
degradar las obligaciones soberanas de España son que el rescate a la banca, de
100,000 mde, ampliará el déficit del gobierno, que el acceso a los mercados
financieros para financiar su deuda es limitado, y que la economía está débil.
Malas noticias, por tanto, para España, que ya tiene las tasas de
sus bonos muy presionadas y que la semana que viene tendrá que afrontar otro
duro test con la emisión de letras y bonos. Test que mañana tendrá que superar
Italia, que tiene que subastar bonos de 3 años.
Por otro lado, en la agenda de EU la tención estará puesta en el
dato semanal de solicitudes de subsidios de desempleo para la semana terminada
el 9 de junio, así como en los precios al consumidor para el mes de mayo.
Para las solicitudes, el consenso prevé una lectura de 375,000,
ligeramente por debajo del número de 377,000 de la semana anterior. El dato es
crucial para evaluar la salud del mercado laboral. La inflación general, por
otro lado, se beneficiará del descenso de los precios de los energéticos, por
lo que se estima una caída de 0.2% tras una lectura de 0.0% en abril. Para la
subyacente, excluyendo alimentos y energía, se prevé un modesto aumento de
0.1%, un incremento menor al de abril (0.2%).
Finalmente, también se publicará la cuenta corriente para el
primer trimestre del año. En las noticias internacionales, habrá reunión de la
OPEP, aunque no se prevé que se produzcan cambios en las actuales cuotas.
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