miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cierre de Wall Street: Esperan sentados al BCE. ¿Por qué estamos (más o menos) optimistas?


Como nos temíamos fue una jornada de transición, de tensa espera, ante lo que mañana pueda anunciar el Banco Central Europeo (BCE). Recibió algo de impulso tras la apertura luego de filtrarse alguna información sobre lo que mañana el presidente del BCE, Mario Draghi, puede anunciar: compras ilimitadaspero esterilizadas, y un poder de discrecionalidad. La filtración también ayudó en un principio a las bolsas europeas, al euro, que reconquistó los 1.26 dólares, y sobre todo a la prima de riesgo de España e Italia. La primera cayó por debajo de los 500 pbs y la segunda se aproximaba a los 400 pbs.  Pero en lo que se refiere a Wall Street, ese optimismo no duró mucho. Cerró Europa y las ganancias que registraban se dilapidaron y volvieron a las tablas, donde permanecieron durante casi toda la jornada. 


Al cierre de nuevo los guarismos en Wall Street fueron mixtos, pero inversos. Si ayer caía el Dow y subía el Nasdaq, hoy fue al revés: el Dow Jones avanzaba un 0.09% para terminar en los 13,047.48 pts y el Nasdaq retrocedía un 0.19% para cerrar en los 3,069.27 pts. El S&P’s 500, sin embargo, se comportó igual que ayer, con un declive casi de la misma magnitud, de 0.11%, para acabar en los 1,403.44 pts. Mañana es el primer día “D” para Europa, el día del BCE (el segundo será el 12 de septiembre, el día de la corte alemana) y Wall Street lo afrontará con el Dow y el S&P’s 500 ligeramente por encima de los 13,000 pts y los 1,400 pts.

Los indicadores económicos publicados en EU tuvieron poco impacto en la jornada. Las solicitudes de hipotecas se contrajeron un 2.4% en la semana terminada el 1 de septiembre tras caer un 4.3% en la semana previa. Por otro lado, la productividad no agrícola para el segundo trimestre fue revisado al alza más de lo esperado: pasó de 1.6% en el reporte preliminar a un incremento de 2.2%, cuando el consenso estimaba una lectura de 1.8%. La mayor productividad derivó en un menor  incremento de los costos laborales unitarios, que se revisaron a la baja, de 1.7% a 1.5%.

Sin datos con potencial para mover al mercado, por tanto, Wall Street se limitó a aguardar, mirando con el rabillo del ojo a Europa mientras estuvo abierta. Allí también, el empujón alcista que dieron a las bolsas de la región las filtraciones del BCE se apagó antes del cierre. El Ibex-35 de Madrid cerró prácticamente sin cambios en tanto la bolsa de Milán perdió un 0.6%. La que mejor salió parada fue el Dax de Francfort (+0.5%), pese a que el dato del PMI de agosto mostró una economía que se  debilita junto con sus socios europeos. El Cac-40 de París avanzó un 0.2% pero fuera de la eurozona, el Ftse-100 retrocedió un 0.3%.

Como decíamos, los mejores augurios para mañana se reflejaron en las primas de riesgo: la de España se redujo 24 pbs y cerró por debajo de los 500 pbs, en los 498 pbs, mientras que la de Italia se comprimió 22 pbs a 407 pbs. Además, la tasa del bono de 10 años de Portugal cerró por debajo del 9% por primera vez desde el rescate. El euro, finalmente, cerró rozando los 1,26 dólares.

En EU, y por sectores del S&P’s 500, siete concluyeron a la baja y tres al alza. El sector de servicios públicos (-0.4%), el industrial (-0.3%), y el petrolero (-0.3%), fueron los de mayores descensos. Los tres que subieron fueron los de telecomunicaciones (0.3%), materiales básicos (0.3%) y consumo discrecional (0.1%).

Dentro del Dow Jones, Walt Disney fue la que más trepó en la jornada (2.3%), seguido de Boeing (1.5%) y Alcoa (1.2%). La que más perdieron fueron dos financieras, American Express (-2.4%) y Bank of America (-0.5%).

En las noticias corporativas, la compañía de correo express, FedEx, que suele ser tomada como una referencia sobre el nivel de actividad en EU, se hundió un 2.0% luego de recortar sus perspectivas para el trimestre como consecuencia de la debilidad económica. Prevé para este trimestre unas utilidades de 1.37 dólares por acción, comparado con un pronóstico original de entre 1.45 y 1.60 dólares. Su rival, UPS, perdió incluso más, un 2.4%.

Mañana será un día muy ajetreado, pero el gran acontecimiento será temprano, antes de que abran los mercados en Wall Street. A las 6:45 se publicará el nivel de la tasa de referencia, actualmente en 0.75%. Veremos si dan un nuevo recorte de tasas, algo que dudamos. Pero lo interesante será la conferencia de prensa de Draghi a las 7:30. Ahí estará la clave de la jornada: qué anuncia sobre su esquema de intervención en el mercado secundario.

La expectativa, por lo filtrado hoy y lo ya comentado, es que las compras sean ilimitadas pero esterilizadas, que actúe con independencia o discrecionalidad, que la compras abarquen bonos de 3 años o menor plazo, y que el BCE pierda su estatus de acreedor preferente. A cambio, los países deberán solicitar ayuda al fondo de rescate y cumplir sus condiciones. Veremos si dice eso o algo distinto, y si lo dice todo o se guarda algo para después del veredicto de la corte alemana.

Además, la canciller alemana Angela Merkel, estará en  Madrid y posiblemente dé una conferencia de prensa con Mariano Rajoy tras la comparecencia de Draghi. La presencia de Merkel en Madrid nos hace pensar que esta vez el BCE está coordinado con Merkel y con los líderes políticos y que no habrá patinazo. Hoy la prima de riesgo de España está por debajo de 500 pbs, y sería absurdo dilapidar lo ganado si al final el plan se va a llevar adelante. ¿Para qué encarecer el costo de futuras posibles intervenciones defraudando mañana a los mercados? 

Pero la sesión tendrá más acontecimientos. También en Europa, habrá reunión del Banco de Inglaterra. Y en EU, en vísperas de empleo, está repleto de datos con elevado impacto en el mercado: el pronóstico de ADP para la nómina privada y las solicitudes de subsidios de desempleo antes de la apertura, y tras el campanazo de Wall Street, el ISM no manufacturero.

Ya con los mercados cerrados, por la noche, el presidente Barack Obama tendrá su discurso de nominación demócrata para las elecciones de noviembre. Y el viernes, el dato de empleo, crucial no sólo para la Fed, sino también para las posibilidades de reelección de Obama. Nosotros, como bien saben, somos más o menos optimistas, y creemos que Draghi (y Merkel en Madrid) sabrán manejar bien la situación. Por eso tenemos más miedo a la corte alemana que al BCE. Veremos mañana qué resulta. 

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