Mañana es la corte alemana. La confianza, dentro del gobierno
alemán, en que los jueces del Tribunal Constitucional fallarán a favor del
fondo de rescate permanente (ESM por sus siglas en inglés) es casi absoluta. El
ministro de finanzas germano, Wolfgang Schäuble, dijo a unos estudiantes la
semana pasada que estaba seguro de que los jueces alemanes darían el visto bueno
porque no ve asuntos inconstitucionales. Por otro lado, el principal portavoz de
Angela Merkel, Steffen Seibert, afirmó en una conferencia de prensa de ayer que
“estamos convencidos de la constitucionalidad del ESM”. Aseguró que conforme se acerca el
miércoles, cada vez estamos más seguros y “esperamos que la corte lo interprete
de la misma manera”.
Por tanto, el gobierno alemán se suma a las presiones de otros
(el BCE, los gobiernos del sur de Europa, los mercados financieros) para que
los jueces dicten a favor del fondo permanente. La aprobación del ESM por parte
de la corte alemana es la última pieza que falta para que todo el plan que armó
Mario Draghi con Merkel funcione, esté operativo, y toda la artillería pesada
de Europa (la compra ilimitada de bonos por parte del BCE y los recursos de los
fondos de rescate) esté lista para ser usada. La última condición es que España
solicite formalmente el rescate pero eso, a estas alturas, es una obviedad.
A última hora, un diputado del partido de Angela Merkel
conminó a la corte alemana a que aplazara su resolución para que considerara también
la compra ilimitada de bonos del BCE. Sin embargo, los jueces subestimaron la
petición e insistieron en que mañana a las 10:00 hora de Alemania emitirán el
veredicto. Es normal: en el pasado también hubo un programa de compra de bonos
del BCE y eso no interfirió en la decisión de la corte.
El asunto de la constitucionalidad se debe, en esencia, a constatar
si el fondo permanente vulnera la soberanía nacional alemana o no. ¿Qué quiere
decir eso? Que en el futuro, Alemania se vea forzado a asumir deudas de otros países
miembros de la eurozona sin poder rechistar, sin que el parlamento germano
pueda oponerse. El problema en este mecanismo de rescate es la palabra “permanente”
que da idea de que es algo es perenne, para siempre, algo que se evitaba con la
palabra “temporal” en el otro rescate, el Fondo Europeo de Estabilidad
Financiera (EFSF).
Al final, con ese rescate, el temporal, lo arreglaron
advirtiendo que cualquier ayuda debería ser sometido a la aprobación del
parlamento alemán, como ha sucedido. Pero ¿qué pasa con el permanente?
Bueno, pese a la palabra, lo cierto es que es un mecanismo
acotado, en la que los fondos son limitados, de 500,000 millones de euros (mde).
Y como en el rescate a Grecia, y luego en la aprobación del fondo temporal, no
se ve por dónde Alemania se vaya a comprometer en el futuro a asumir pasivos
ilimitados. Es decir, puede ser permanente, que siempre esté el mecanismo ahí
por si acaso, pero también puede estar sin fondos o no tienen por qué
incrementarse. Y cualquier modificación o ampliación sería sometida a la
aprobación del parlamento, por lo que no parece vulnerar la soberanía.
El principal escollo es que en caso de que una nación no
pague su cuota, el resto tendrá que asumir esa parte, lo que podría provocar que
en caso de que sucediera, Alemania tuviera que poner más dinero sin contar con
la aprobación del parlamento.
Por tanto, la corte podrá decir que roza la
inconstitucionalidad, pero no que la vulnera en tanto el parlamento siga teniendo
la autoridad para aprobar los recursos y sus usos, sujetos a estricta
condicionalidad. Otra cosa es que la corte dijera no a la mutualización de
deuda. Pero para eso, si es que se llega, queda mucho.
Esa confianza, que propugna abiertamente el gobierno alemán,
parece haberse instalado en el mercado antes de la decisión de la corte. Al
final los mercados europeos rebotaron antes del cierre liderados por el Dax de
Francfort (1.3%). En la periferia, el Ibex-35 de Madrid trepó un 0.9% y la
bolsa de Milán un 0.8%. El euro, que cotizaba debajo de 1.28%, se fortaleció y
se aprecia un 0.8% a 1.286 dólares. La prima de riesgo de España e Italia
terminaron reduciéndose en 4 y 12 pbs respectivamente. En Wall Street, el Dow
Jones aumenta un 0.6% a un nuevo máximo de 5 años, mientras el S&P’s 500
avanza un 0.4%.
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