Al parecer, dos altos funcionarios del Banco Central Europeo
(BCE) que están trabajando en el esquema de compra de compra de bonos del BCE
han dejado caer algunos detalles del plan. Lo que han filtrado es que el monto
disponible para comprar bonos es ilimitado, que las adquisiciones serán
esterilizadas para evitar inundar al mercado de dinero fresco y así neutralizar
su impacto sobre la oferta monetaria y ahuyentar los riesgos inflacionarios que
llevaría asociados (el principal temor del Bundesbank), y que para que el BCE
preserve su independencia y poder de discrecionalidad, no establecerá un
objetivo sobre las tasas de los bonos. A su vez, el BCE no será un acreedor
preferente.
Que el BCE vaya a actuar de forma “ilimitada” es el mejor
modo de amedrentar a los especuladores que pretendan apostar contra la deuda
soberana de la periferia y una ruptura del euro. Ese vocablo, “ilimitado”, es
la manera de concretar el “créanme, será suficiente” con el que una vez amenazó
Draghi. Con “ilimitado” quiere decir que pretenden intervenir con los montos
que sean precisos para lograr sus objetivos.
Ahora bien, “ilimitado” también significa que podrían
inundar al mercado, en caso de ser necesario para reducir las tasas a niveles
adecuados, con masivas inyecciones de dinero con el riesgo de provocar presiones
inflacionarias, principal temor del Bundesbank. Para que eso no suceda, el BCE,
al tiempo que compra bonos de deuda soberana, recurrirá a otras operaciones monetarias
(venta de otros activos) para drenar ese exceso de dinero y que la oferta
monetaria se mantenga inalterada, abortando los riesgos inflacionarios.
“Ilimitado” por otro lado, no quiere decir tampoco que
será un cheque en blanco para los países que al final soliciten asistencia y
pidan ayuda al fondo de rescate. Para que no sea así, no establecerán el objetivo
de un techo para las tasas, que le fuerce a actuar en caso de que sea
sobrepasada. No habrá reglas, sino discrecionalidad, y ellos, el BCE, decidirá
de manera independiente si interviene o no de manera que también lo utilizarán
como un arma de presión sobre los gobiernos para que realicen sus ajustes
fiscales y no se relajen en sus esfuerzos de austeridad.
Por tanto, “ilimitado”, “esterilización” y “discrecionalidad”,
son los principales términos para describir, según esta filtración, el plan que
prevé anunciar el BCE. A su vez, el BCE no será un acreedor preferente, de modo
que no ahuyente a potenciales compradores privados de deuda, y las compras se
concentrará en el tramo corto de la curva, con plazos de hasta 3 años, como ya
adelantó el propio Draghi.
Para que el BCE intervenga, la condición irrenunciable es
que un país solicite ayuda al fondo de rescate europeo y acepte sus
condiciones, sean cuales sean, de modo que a través del fondo de rescate las
autoridades intervengan en el mercado primario. La otra condición, claro está,
es que los fondos de rescate tengan recursos, para lo cual es ineludible que la
próxima semana, el 12 de septiembre, la corte alemana apruebe la
constitucionalidad del fondo de rescate permanente, el llamado Mecanismo de
Estabilidad Europeo (ESM por sus siglas en inglés).
La filtración a logrado dar la vuelta a los mercados europeos, que ahora cotizan con ganancias. El Ibex-35 de Madrid sube 0.7%, Milán un 0.4% y Atenas casi un 3%. La prima de riesgo de España cae casi 20 pbs y roza los 500 pbs mientras que la de Italia retrocede 15 pbs a 413 pbs. El euro se aprecia un 0.3% y reconquista los 1.26 dólares.
La filtración a logrado dar la vuelta a los mercados europeos, que ahora cotizan con ganancias. El Ibex-35 de Madrid sube 0.7%, Milán un 0.4% y Atenas casi un 3%. La prima de riesgo de España cae casi 20 pbs y roza los 500 pbs mientras que la de Italia retrocede 15 pbs a 413 pbs. El euro se aprecia un 0.3% y reconquista los 1.26 dólares.
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