Los mercados globales siguen ronroneando que se viene un rally fuerte que prolongará las ganancias de agosto y que puede ser largo, quizás hasta finales de año. En Europa la corte alemana aprobó el fondo permanente, la última pieza para que el plan de intervención que idearon conjuntamente Francfort y Bruselas, el BCE y la Comisión Europea, esté operativo. Eso sirvió para que las bolsas europeas avanzaran un poco más (y cayeran las primas de riesgo, y se fortaleciera el euro), y para que Wall Street se animara en la apertura. Durante casi toda la sesión cotizó al alza. Pero después de la corte alemana le llega el turno de la Fed. El consenso prevé que mañana se anuncie un QE3. Pero pese a los esfuerzos que hará Bernanke para convencer al resto en estos dos días sobre un nuevo programa de compra de bonos, no tendrá fácil salirse con la suya.
No lo tendrá fácil porque la economía de EU no está tan mal, la de Europa ha mejorado de manera ostensible, estamos en plena campaña electoral, los beneficios de un QE3 son marginales, y los costos demasiado altos (incrementar aún más la hoja de balance) como para asumir esos riesgos. Los argumentos a favor son el no defraudar a los mercados (un argumento demasiado débil) y el actuar de manera coordinada con Europa, sumarse a los esfuerzos del Viejo Continente para dar, entre las dos grandes potencias, un empujón rotundo a los mercados que haga, de una vez por todas, despegar a la economía global (ahora que China y Asia renquean).
Pero nos tememos, pese a que 2/3 de los analistas consultados por Bloomberg esperan un QE3, que no anuncie nada, más allá de prolongar su compromiso hasta el 2015 de unas tasas para los fondos federales muy cercanas a cero. Será difícil lograr un consenso, y peor sería mandar un mensaje de desunión, con un mayor número de disidentes.
Y en caso de anunciarlo, sería un programa abierto, sin montos específicos, que le permitiera actuar con discrecionalidad: que estuviera activado pero que sólo echara mano de él en caso de que realmente la economía no logre despuntar con mayor vigor.
El caso que pese a lo sucedido en Europa, Wall Street se movió comedidamente, esperando ahora a Bernanke. Y al final concluyó con avances muy moderados. El Dow Jones apenas ganó un 0.07% para terminar en los 13,333.35 pts, aunque suficiente para seguir arañando nuevos máximos de cinco años, mientras que el Nasdaq ascendió un 0.32% para concluir en los 3,114.31 pts. Finalmente, el S&P’s 500 se apreció un 0.21% para acabar en los 1,436.56 pts.
En Europa, el impacto de la corte alemana tuvo su mejor reflejo en la prima de riesgo de España, que llegó a caer por debajo de los 400 pbs (aunque cerró en 404 pbs), y en la italiana, que se redujo en otros 9 pbs a 344 pbs. El euro llegó a cotizar por encima de los 1.29 dólares, pero concluyó con un avance de 0.3% en 1.289 dólares. En las bolsas de la región, el Ibex-35 de Madrid ganó un 0.8% y ya roza los 8,000 pts en tanto la bolsa de Milán trepó un 1.2%. Francfort y París tuvieron ascensos más moderados.
En el S&P’s 500, siete sectores terminaron al alza, liderados por el sector de telecomunicaciones (0.7%), seguido de financieras (0.5%), tecnológicas (0.5%), industriales (0.5%) y petroleras (0.4%). El sector que más retrocedió fue el de bienes de consumo básico (-0.7%), y servicios públicos (-0.5%).
En el Dow Jones, y por segundo día consecutivo, triunfó Verizon con una subida del 1.5% en tanto AT&T se apreciaba un 0.3%. En el sector industrial sobresalió el rally de General Electric (1.4%) en tanto Caterpillar ganaba un 0.6%. En las financieras, la cosa anduvo mixta: JP Morgan subió un 0.8% pero Bank of America retrocedió un 0.7%. La peor acción del Dow fue la química DuPont (-1.6%).
En el sector tecnológico, el gran protagonista era Apple, que presentaba hoy su iPhone 5. El nuevo celular será aún más delgado, más alto, y más rápido que la anterior versión, casi como si viniera de las Olimpiadas con el lema bien aprendido (Citius, Altius, Fortius). Y la acción de Apple salió de la jornada más rápido, más alta y más fuerte, con una ganancia del 1.4%, casi en los 670 dólares.
A Facebook le sentó bien que su líder espiritual y multimillonario Marck Zuckerberg saliera a dar la cara varios meses después de su decepcionante salida a bolsa, lo que corrió como la pólvora por las redes sociales. El caso es que la acción se elevó hoy un 7.7% y logró terminar rozando los 21 dólares.
En el sector energético, Chesapeake Energy, en problemas por los bajos precios del gas natural vendió la mayoría de sus propiedades del yacimiento de Permian, en West Texas, por 6,900 mdd, en tanto venderá su porción en el yacimiento de Delaware a Royal Dutch por casi 2,000 mdd. Chesapeake perdió en la jornada un 1.0%.
Para mañana, los ojos estarán en la Fed. El anuncio será a las 11:30, pero a las 13:00, hora de México, será la conferencia de Bernanke. Además, la agenda dispondrá de varios indicadores económicos, como los datos semanales de subsidios de desempleo para la semana terminada el 8 de septiembre, o los precio s al productor. Rumbo al cierre, el Tesoro publicará su reporte fiscal. Por un día en mucho tiempo, la atención pasará de EU a Europa.
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