Al final hubo QE3, por un monto total de 85,000 millones de euros
(mde). Bernanke no promete que sea la panacea, “lo que cure todos los males”,
pero es lo único que puede hacer y como dijo, nuestro objetivo es ayudar todo
lo que podamos para que la economía “se mueva en la dirección correcta y
asegurarnos que no nos estancamos”. Lo bueno es que este nuevo estímulo monetario,
heterodoxo, no convencional, llega justo cuando por fin en Europa se logra una
acción consensuada y coordinada para resolver la crisis de deuda soberana. Por
lo que por primera vez desde que empezó esta eterna crisis, las dos grandes
economías del mundo, Estados Unidos y la Unión Europea, llegan coordinados para
intentar que la economía mundial despegue de una vez por todas.
El mercado es consciente de esos esfuerzos, y están seguros que
rendirán sus frutos. No es casualidad que todo se haya dado en estos momentos:
primero, porque la situación ya era crítica y sólo había dos soluciones: o se
salvaba el euro o se demolía. Y la otra era porque Obama se juega su reelección
en noviembre y Angela Merkel lo hará el año que viene, y lo que ninguno de los
dos podía permitirse es que el mundo volviera a entrar en convulsión por la crisis
financiera.
De modo que Wall Street, cuando se conoció que había QE3, dio otro
brincó y se colocó en nuevos máximos del año. En la jornada, el Dow Jones se
disparó un 1.55% para cerrar en los 13,539.86 pts, mientras que el Nasdaq subió
un 1.33% para concluir en los 3,155.83 pts. El S&P’s 500 aumentó un 1.63%
para acabar en los 1,459.99 pts. Tanto el Dow Jones como el S&P’s 500
cerraron en sus niveles más altos desde diciembre de 2007, mientras que el
Nasdaq alcanzó su máximo desde noviembre de 2000.
El QE3 impulsó sobre todo al sector de materias primas, que se
verán beneficiados por la nueva liquidez inyectada, y al sector bancario, que
se verá beneficiado por unas condiciones financieras más relajadas. Así, el
sector que más trepó fue el de materiales básicos (+2.9%), seguido del
financiero (2.2%), y el petrolero (1.9%). Los 10 sectores del S&P’s 500 concluyeron
con firmes ganancias.
En el Dow Jones las financieras fueron las que más ganaron, lideradas
por Bank of America (4.8%) JP Morgan
(3.7%), y American Express (3.1%). En el de materiales básicos, el fabricante de
aluminio Alcoa avanzó un 3.0%, mientras que en las petroleras, Exxon Mobil
subió un 1.9% y Chevron un 1.8%. También destacaron por sus virulentos aumentos
Home Depot (2.2%) y Coca Cola (2.1%) en el sector de consumo, y United
Technologies (2.2%) en el industrial. Las 30 acciones del Dow Jones terminaron
con avances sustanciales.
Para mañana, y en Europa, empieza la reunión del Eurogrupo en
Chipre. Por primera vez se reúnen los ministros de finanzas de la zona euro
para tratar, con todo el esquema de intervención armado (BCE y fondos de
rescate), qué van a hacer España y Grecia. Ahora lo importante es que España,
que ha visto como se han relajado las tasas de interés de largo plazo y la
prima de riesgo, no se haga el remolón y pida pronto el rescate, antes de que
el plan empiece a perder credibilidad.
Por otro lado, cada vez es más evidente que Europa hará otro
esfuerzo para salvar a Grecia, ahora que las cosas empiezan a rodar mejor. No
tiene caso arriesgar todo el plan sacando ahora a Grecia del euro: Draghi ha
repetido una y otra vez que el “euro es irreversible” y Merkel, en Der Spiegle,
dio su espaldarazo para que Grecia permanezca en el euro. Hoy, la directora
gerente del FMI, Christine Lagarde, admitió que hay “buenos argumentos” para
conceder más tiempo a Grecia. Veremos qué se concluye en al reunión del
Eurogrupo.
En EU, habrá dos datos muy interesantes sobre la actividad real:
las ventas minoristas y la producción industrial. Para las ventas minoristas el
consenso estima una expansión de 0.7% tras crecer un 0.8% en el mes previo.
Excluyendo autos, se prevé un incremento de 0.8%, la misma tasa observada en
julio. Estos datos indican que el consumo privado, que representa 2/3 del PIB,
recobró en el tercer trimestre algo de dinamismo tras un segundo trimestre muy
apático, lo que servirá para espolear el PIB en este trimestre tras crecer un
1.7% en el segundo.
Ahora bien, parte del auge se debe al aumento del precio de las
gasolinas: debido a esto, las ventas de las gasolineras podrían crecer en torno
a un 4%. El precio del galón de gasolina pasó de un promedio de 3.439 dólares
en junio a 3.722 dólares, o una subida del 8.2%. Además, las ventas de autos
deben favorecer al comportamiento del gasto de consumo.
Para la producción industrial, las noticias serán menos
favorables: se prevé, según el consenso de Briefing.com, una contracción de
0.2% tras aumentar un 0.6% en el mes previo. En ese sentido, el cierre de
varias plataformas petroleras en el Golfo de México por el huracán Isaac
provocará una severa caída del componente de minería, posiblemente del 2%. Por otro
lado, el índice de horas agregadas en el sector manufacturero en agosto bajó un
0.4%, lo que sugiere que este componente podría estancarse en agosto tras
incrementarse un 0.5% en julio.
Además de estos indicadores, y por el lado de la inflación, se
publicarán los precios al consumidor de agosto. Por lo mismo, por el
comportamiento del petróleo, el índice general podría trepar un 0.6% tras una
lectura de 0.0% en julio. Pero la subyacente, excluyendo alimentos y energía, podría
subir un moderado 0.2% tras el 0.1% de julio.
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