miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿La curva de rendimientos ha perdido su utilidad para pronosticar?


Actualmente, el  que antes era un gran indicador para pronosticar una recesión en Estados Unidos, ha perdido su valor significativo en esta tarea gracias en parte a los grandes estímulos de la Reserva Federal (Fed). Este indicador, es la curva de rendimientos.

Desde la inclusión de los Quantitative Easing (QE) o “saneamientos cuantitativos” por parte de la Fed, la curva de rendimientos de Estados Unidos, se ha mantenido en niveles extramadamente bajos a lo largo de sus plazos

Y es que el momento histórico que se vive en el mundo financiero y económico es único, pues en junio pasado las tasas de interés de los bonos de Estados Unidos a 10 años alcanzaron su nivel mínimo desde que existe registro (1970). Mientras que en Inglaterra la hoja de balance del Banco Central de Londres supera en niveles históricos (desde 1830), al tiempo que en Alemania las tasas de bonos a 3 años tocaron niveles negativos. Por tanto, si se quiere predecir el final de la crisis o incluso una perspectiva futura de la economía,  no tendría elementos estadísticos respaldados por acontecimientos pasados para hacerlo.

El problema actualmente en la economía, además de que las tasas de referencia de los bancos centrales sean tan bajas, es que se vive un momento de bajísimo crecimiento. Tan solo para este segundo trimestre, la economía de Estados Unidos apenas creció 1.7% y en Europa hubo una contracción de 0.2% en la zona euro y de 0.1% en la UE.

Quizá tuviéramos que cuestionarnos, si es necesario que la curva de rendimientos nos pronostique una recesión o si en realidad la está diagnosticando, es decir, estamos hablando de algo ex ante o ex post. Si bien, los datos indican que en Estados Unidos la economía sigue avanzando, también podemos observar que contrario a lo que anteriormente pasaba, ha dejado de crecer su stock de capital, es decir, su capacidad productiva real le pasará factura a la economía estadounidense a pesar que la tasa de interés es demasiado baja y fácilmente permitiría la inversión en este rubro.

Otra cosa además, es la incursión de China en el mercado de bonos. Ya lo hemos mencionado aquí, es el principal acreedor de Estados Unidos y en 2006 presionó a la baja a la curva de rendimientos en su parte larga, es decir, literalmente “la aplanó” gracias a sus compras masivas de bonos del tesoro a largo plazo. Ahora, provoca que simplemente los rendimientos a largo plazo sean menores que los de corto plazo, lo cual impide que la curva tome su forma original de nueva cuenta pues la expectativa de tasas de corto plazo es cada vez más baja.

No conforme con ello, los mercados sospechan que la Reserva Federal mantendría las tasas de referencia en su punto más mínimo hasta 2015 (previamente se había anunciado que sería hasta finales de 2014), prueba de ello es la caída en los swaps de tasa de interés a 3 años de 0.85% en marzo de este año a 0.45% para el pasado 4 de septiembre, lo cual podría presionar aún más a la curva de plazos.

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