El presidente de la Fed, Ben Bernanke, ya dio su discurso en
Jackson Hole con el título de “La política monetaria desde el inicio de la crisis”. En él Bernanke habla de las principales causas que impiden una
recuperación más vigorosa de la economía, de los límites de la política
monetaria para reparar la situación y de los riesgos que asume la Fed al
recurrir a políticas monetarias heterodoxas o no tradicionales. Pero dicho eso,
insiste en que esas políticas han funcionado, que “el estancamiento del mercado
laboral es una preocupación grave” y que en caso de que las condiciones de la
economía de EU lo ameriten, no desecha que vuelva a echar mano de esas
políticas heterodoxas, esto es, recurrir a otro programa de compra de activos o
QE3.
Tres factores menciona Bernanke a la hora de identificar por
qué la economía de EU está teniendo una recuperación lenta. La primera causa la
achaca al sector inmobiliario. Tradicionalmente, este sector juega un papel
fundamental a la hora de levantar a la economía de una crisis. Pero en esta
ocasión, y viniendo del estallido de la burbuja de casas, este componente sigue
deprimido y está retrasando la recuperación general de la economía.
El segundo factor es la política fiscal, tanto a nivel
federal como estatal, que se ha convertido en un factor de restricción para la
economía y amenaza con reconducir a la economía de EU a una nueva recesión en
caso de que salga adelante el llamado precipicio o abismo fiscal (“fiscal cliff
en inglés”), esto es, las políticas de subida de impuestos y reducción del
gasto para equilibrar las cuentas fiscales. El tercer factor es la
incertidumbre en torno a la crisis de deuda soberana europea.
A continuación, Bernanke detalla los límites de la política
monetaria. En ese sentido, hace énfasis en que una política monetaria expansiva
no puede neutralizar una política fiscal restrictiva en una velada crítica a la
falta de coordinación entre las política monetaria y fiscal en EU.
También menciona los riesgos en los que ha incurrido la Fed a
la hora de adoptar medidas de política monetaria heterodoxa, entre ellos las
distorsiones que puede generar en el mercado o las dificultades para realizar
una “operación salida”, o reducir de manera ordenada y a tiempo el gigantesco
tamaño que ha adquirido la hoja de balance de la Fed. O las pérdidas financieras que tendría que
asumir la Fed en caso de que se produjera un incremento abrupto de las tasas.
Sin embargo, y admitidos esos riesgos, no descarta seguir
haciendo uso de esas políticas si las condiciones económicas así lo ameritan.
En ese sentido, recalca que los dos programas de compra de activos que ya ha
conducido la Fed, el QE1 y el QE2, han funcionado. Entre ambos, y según los
estudios realizados, las tasas del bono de 10 años se han reducido entre 0.8 y
1.2 puntos porcentuales, impulsaron el PIB de EU en un 3% e implicaron la
creación de más de 2 millones de puestos de trabajo. Si ellos, recalca
Bernanke, la recesión de 2007-2009 habría sido mucho más profunda y la
recuperación habría sido mucho más lenta de lo que realmente ha sido.
La conclusión de Bernanke, por tanto, es que la Fed está
dispuesta a hacer más si es preciso. En ese sentido, hace mención que la tasa
de desempleo está más de 2 puntos porcentuales por encima de lo que la Fed
considera su nivel sostenible largo plazo y afirma que “en particular, el
estancamiento del mercado es una grave
preocupación no sólo por el enorme sufrimiento y gasto de talento humano que
conlleva, sino también porque altos niveles permanentes de desempleo harán
estragos estructurales en nuestra economía que pueden perdurar por muchos años”.
Por todo esto, repite lo que suelen decir los comunicados de
la Fed, esto es, que tomando en cuenta los limites y las incertidumbres
asociadas a estas herramientas de política monetaria, “la Reserva Federal
proveerá de políticas acomodaticias adicionales si fuera necesario con el fin
de promover una recuperación económica más fuerte y una mejora sostenida en las
condiciones del mercado laboral en un contexto de estabilidad de precios”.
Tras su discurso, Wall Street mantiene una tendencia de firmes ganancias. El Dow Jones gana un 1.1%, el Nasdaq un 0.8% y el S&P's 500 un 0.9%. Por otro lado, la tasa del bono de 10 años de EU cae 3 pbs a 1.59%. Vaya, que el discurso de Bernanke ha funcionado y ha salido airoso de este difícil trance.
Tras su discurso, Wall Street mantiene una tendencia de firmes ganancias. El Dow Jones gana un 1.1%, el Nasdaq un 0.8% y el S&P's 500 un 0.9%. Por otro lado, la tasa del bono de 10 años de EU cae 3 pbs a 1.59%. Vaya, que el discurso de Bernanke ha funcionado y ha salido airoso de este difícil trance.
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