Otra jornada anodina. Aunque esta vez sí hubo más información,
apenas despertaron alguna emoción en Wall Street, que sólo se desperezó un poco
antes de la apertura, tras publicarse las cifras de balanza comercial de junio
y el dato semanal de subsidios de desempleo, los dos mejor a lo esperado. Esos
datos bastaron para que antes del inicio, los futuros de Wall Street borraran
las pérdidas y abrieran planos. Así se mantuvieron durante toda la jornada, en
rango muy estrechos, y así terminaron. Durante la noche, los mercados asiáticos
reaccionaron a la avalancha de datos de China, mientras que Europa concluyó
mixto, con Madrid y Milán ligeramente a la baja.
Al cierre de la sesión, el Dow Jones bajaba un 0.08% hasta los 13,165.19 pts. Pero
el Nasdaq avanzaba un 0.25% hasta los 3,018.64 pts mientras que el S&P’s
500 avanzaba un 0.04% para concluir en los 1,402.80 pts, en su tercer día por
encima de los 1,400 pts. El volumen fue bajo, en una sesión, otra, típicamente
veraniega, de pocos sobresaltos.
Los dos indicadores que se publicaron antes de la apertura
resultaron mejor de lo esperado. La balanza comercial se estrechó a 42,900
millones de dólares (mdd), su menor déficit desde diciembre de 2010, comparado
con 47,500 mdd que estimaban los analistas. A la reducción del déficit
contribuyó la caída de las importaciones (-1.5%), como consecuencia de los
menores precios del petróleo. La exportaciones, por otro lado, crecieron un
0.9%.
Por otro lado, y como reflejo de la mejora del mercado laboral,
las solicitudes de subsidio de desempleo se redujeron, inesperadamente, en
6,000 para ubicarse en 361,000. El consenso esperaba que subieran a 375,000
frente a 367,000 en mayo (revisado al alza de 365,000).
En China, se publicaron datos de actividad real (producción
industrial, inversión fija y ventas minoristas), que resultaron más débiles de
lo esperado. Sin embargo, y para combatir las señales de desaceleración, podrán
recurrir a nuevos estímulos monetarios, dado que la inflación anual en julio
descendió a 1.8%. un mínimo de dos años y medio y muy por debajo del objetivo
del gobierno de 4%. Por tanto, los mercados asiáticos acabaron con subidas.
Europa, finalmente, tuvo un comportamiento mixto. Las pérdidas
eran pronunciadas antes de publicarse los datos de EU, que sirvieron para
recortar las pérdidas y que las bolsas de la región terminaran mixtas. Arriba
terminó París (0.5%) y Londres (0.1%). El Dax de Francfort terminó sin cambios,
en tanto Milán (-0.1%) y Madrid (-0.6%) concluyeron con pérdidas luego de haber
sobresalido sus ganancias en los días previos.
Por sectores, el que más avanzó fue el de materiales básicos
(0.7%) y petróleo (0.4%), junto con el tecnológico (0.5%). Entre los perdedores
estuvieron los relacionados con el gasto de consumo, tanto discrecional (-0.3%)
como básico (-0.2%). Se debió a los malos resultados que publicaron algunas
minoristas como Kohl’s (-1.2%), que recortó su pronóstico de ventas para este
trimestre. La compañía de bebidas energéticas, Monster Beverage,reportó
beneficios e ingresos peores a lo esperado y bajó casi un 10%.
En el Dow Jones, la mejor acción fue la de Cisco Systems (3.2%),
luego de que el analista de Piper Jaffray, Troy Jenses, mejorara su
recomendación sobre la acción de “neutral” a “sobreponderado”, y subiera su precio
objetivo de 20 a 22 dólares. Cisco reportará sus resultados trimestrales el
próximo 16 de agosto.
Al cierre, Manchester United informó el precio al que saldrá a
bolsa: sacará 16.7 millones de acciones a un precio de 14 dólares, lo que
implica 233.3 millones de dólares, un nivel inferior al piso del rango que se
había estimado.
Para mañana, la agenda es aún más apática. El dato más interesante
también vendrá de China, y es la balanza comercial para el mes de julio. En EU,
se publican los precios a la importación de julio antes de la apertura, y rumbo
al cierre saldrá la balanza fiscal. En la información corporativa, sólo hay que
rescatar el reporte corporativo de otro gran minorista, JC Penney, antes de que
abran los mercados. Finalmente, y ya en
Europa, tendremos los precios al consumidor de Alemania y la producción
industrial de Francia.
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