Al final no sólo el S&P’s 500
logró salvar los 1,400 pts, nivel que perdió en la apertura, sino que rebotó con vigor luego de que una carta
del presidente de la Fed, Ben Bernanke, señalara que el banco central de EU
todavía tiene margen para aplicar más políticas de estímulo monetario si así se
necesitara. En Europa, el encuentro entre Samaras y Merkel se resolvió con la
confianza de que Grecia permanecerá en el euro, algo elemental para que el plan
integral que se orquesta en Europa para salvar a la región funcione. Sin
embargo, el BCE rebajó las expectativas con la reunión del 6 de septiembre.
Aparentemente, no revelará su esquema de intervención en el mercado secundario
hasta que la corte alemana dé su veredicto sobre la constitucionalidad o no del
fondo permanente, programado para el 12 de septiembre. La semana que viene será
la última del verano antes del “Día del Trabajo”, y Bernake y Draghi coparán el
protagonismo en Jackson Hole.
Al cierre de la jornada, el Dow Jones ganaba
un 0.77% y terminaba en los 13,157.97 pts en tanto el Nasdaq subía un 0.65%
para terminar en los 3,069.79 pts. Finalmente, el S&P’s 500 aumentaba un
0.65% y concluía la semana en los 1,411.14 pts, acercándose de nuevo al máximo
del año del 2 de abril de 1,419 pts. Sin embargo, el saldo de la semana fue
negativo para el S&P’s 500, que retrocedió un 0.4% en la semana tras ganar
terreno en las últimas seis semanas. El volumen, como suele suceder en esta época
del año, sigue siendo bajo, y más lo será la semana que viene.
Por sectores, subieron todos los del
S&P’s 500 con la salvedad del de materiales básicos (-0.1%). El que más
avanzó fue el de telecomunicaciones (+1.4%), seguido de bienes de consumo
básico (0.8%) y salud (0.8%). De este modo, y dentro del Dow Jones, la acción que
más ganó fue la de Verizon (+2.2%), destacando también AT&T (+1.1%). Dentro
del sector de consumo básico, detacó Kraft Foods (+1.4%) mientras que American
Express ascendió un 1.9%. Hewlett-Packard, en una semana horrenda, volvió a ser
castigada (-0.3%), junto con uno de sus proveedores, Intel (-0.5%).
La clave de la jornada volvió a ser
Bernanke y la Fed, que ya habían alentado las compras el miércoles luego de que
el texto de las minutas revelara que estaban dispuestos a aplicar más estímulos
monetarios siempre y cuando la economía no diera muestras de un repunte
sustancial y sostenido. Hoy ratificó que existe espacio para aplicar política
monetarias expansivas en caso de ser necesario, si bien los últimos indicadores
económicos apuntan a una mejora en el ritmo de actividad.
Más pistas nos dará Bernanke sobre sus
intenciones el viernes, en su discurso de Jackson Hole. Desde nuestro punto de
vista, ni la economía ni el comportamiento de los mercados justifica un QE3, y
además la Fed estará un poco atada de manos para no influir en el proceso
electoral. Hasta la reunión de la Fed del 13 de septiembre, sin embargo, habrá
nuevos elementos para juzgar qué es lo más conveniente como el libro Beige de
la Fed del miércoles de la semana que viene, o el dato de empleo de agosto del
7 de septiembre, o los acontecimientos que se darán en Europa.
En los datos económicos, los pedidos
de bienes duraderos fueron mixtos: el dato general superó las expectativas, al
crecer un 4.2% en julio, por encima de las expectativas (2.5%), gracias a los
pedidos de bienes de transporte, sobre todo aviones de Boeing y vehículos. Sin embargo,
excluyendo el componente de transporte, los pedidos se contrajeron un 0.4%,
cuando los analistas estimaban un aumento de 0.6%.
En Europa, finalmente, cualquier
decisión se condiciona a otra, y así el peso poco a poco va recayendo sobre
Grecia y la corte alemana. A Grecia, por las declaraciones que se han leído en
estos días, no la dejarán caer, aunque le exigirán todos los esfuerzos a los
que ya se ha comprometido, dejando la puerta abierta a alguna renegociación si la
Troika aprueba el plan de austeridad heleno. Sin embargo, hay más incertidumbre sobre lo que
pueda decidir la corte alemana, por lo que la presión, tanto de Merkel como del
BCE, se intensificará antes del 12 de septiembre.
La semana que viene, el volumen de
negociación volverá a ser bajo. Wall Street sigue muy cerca de resistencias
clave, pero quizás no cuente con los elementos para poder derribarlos, sobre
todo mientras no se sepa cómo se va a desenvolver la crisis de deuda europea.
Además del libro Beige de la Fed, se publicará el PIB preliminar para el
segundo trimestre (o primera revisión), y el ingreso y gasto de consumo
personal para julio.
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