Se acaba el verano, y el nuevo curso que inicia en
septiembre, el regreso al cole, nos espera con fechas clave, cruciales, para el
devenir de Europa y de los mercados globales. En esos días se dirime, en
esencia, si el euro se salva o no. Y para ello tienen que suceder tres cosas:
primero, que Grecia permanezca en la eurozona; segundo, que la corte alemana
apruebe el fondo de rescate permanente; y tercero, que el BCE intervenga en el
mercado secundario de deuda pública previa petición de un rescate por parte de
España e Italia. A continuación presentamos un calendario tentativo de los días
más señalados.
30 de agosto:
Francois Hollande visita Madrid. En el encuentro con el presidente del gobierno
español, Mariano Rajoy, conocerá de cerca los detalles de su programa de
austeridad y se hablarán de las condiciones de un posible rescate en caso de
ser necesario.
31 de agosto: Ben Bernanke da su conferencia en Jackson Hole. Los inversionistas estarán
pendientes de qué tan cerca está la Fed de aplicar nuevos estímulos monetarios
y qué modalidad utilizaría en caso de recurrir a ellos. Los últimos indicadores
económicos alejan la posibilidad de una tercera versión de relajamiento
cuantitativo (o QE3).
1 de septiembre. Aunque
sigue el simposio de Jackson Hole, su relevancia se ha visto disminuida luego
de que el presidente del BCE, Mario Draghi, cancelara su intervención.
Septiembre: A
principios de mes llega la Troika (BCE, FMI y Comisión Europea) a Atenas para
evaluar los planes de austeridad del gobierno griego. No sé sabe qué día
llegarán ni por cuanto tiempo durará su misión. Eso sí, la permanencia de
Grecia en el euro y su capacidad para renegociar las condiciones de su plan de
ayuda (sobre todo, prorrogar los plazos para alcanzar las metas fiscales),
depende del veredicto de la Troika.
6 de septiembre: Reunión
del BCE. Se espera que anuncien su esquema de intervención en el mercado
secundario, dando respuesta a varias preguntas: cómo y cuándo intervendrá, si establecerá
techos para las tasas (o las primas de riesgo) o no; qué plazos adquirirá; cómo
resolverá su estatus de acreedor preferente; cómo preservará su independencia.
El Bundesbank, que mostraba reticencias al plan, se le ha ido arrinconando.
Ahora bien, también se han escuchado comentarios referentes a que el BCE no
anunciará nada concreto hasta que no se conozca el veredicto de la corte
alemana sobre el fondo permanente el 12 de septiembre. Merkel, ese 6 de
septiembre, dará conferencia de prensa con Rajoy en Madrid.
11 de septiembre:
El Eurogrupo debe presentar su propuesta para un supervisor bancario común,
condición esencial para encaminar la unión bancaria. Rajoy se reúne con el
primer ministro de Finlandia en Madrid. Finlandia, junto con Alemania y Holanda,
son los países que muestran un mayor resquemor a seguir ayudando a la periferia
europea.
12 de septiembre:
Junto con la reunión del BCE del 6 de septiembre, es la otra fecha crucial para
determinar el destino de Europa. La corte alemana dictará si el fondo
permanente, con 500,000 millones de euros, es constitucional o no. No está
claro que vayan a dar el sí, y en caso de darlo, podría estar sujeto a nuevas
condiciones, lo que retrasaría la aplicación de todo el plan. No hay que perder
de vista que el fondo temporal, de 440,000 millones de euros, ya tiene buena
parte de sus arcas vacías tras los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal. De
ese fondo saldrá también el dinero para ayudar a la banca española.
12 y 13 septiembre:
Reunión de la Fed. Pese a las especulaciones de que podría anunciarse un QE3,
lo creemos bastante improbable si atendemos a los últimos indicadores
económicos y a la relativa estabilidad de los mercados financieros europeos (aunque
esa estabilidad podría romperse si al corte alemana rechaza al fondo
permanente). Más pistas sobre lo que puede hacer o no la Fed la dará en Jackson
Hole el presidente de la Fed, Ben Bernanke.
14 de septiembre:
Reunión del Eurogrupo en Chipre. Otra fecha crucial. En caso de tener todos los
elementos sobre la mesa (esquema de intervención del BCE, el sí de la corte
alemana), los ministros de finanzas de la eurozona podrían embonar todas las
piezas para materializar el plan cuanto antes.
21 de septiembre:
Rajoy viaja a Roma para reunirse con Mario Monti.
Octubre: Cumbre
Europea. Si todo marcha bien, y se ha logrado salvar a la eurozona de un
fiasco, empezarán a trabajar en las otras líneas en las que debe progresar
Europa para alcanzar una mayor integración bancaria, fiscal, económica y
política.
Diciembre: Cumbre
de jefes de Estado y de Gobierno. ¿Estarán listos para dar los primeros pasos
hacia una mayor integración bancaria? A su vez, Merkel pretende establecer una
fecha concreta para convocar al grupo de trabajo encargado de redactar el nuevo
tratado de la UE destinado a alcanzar una mayor integración política y fiscal.
Se busca que el Tribunal Europeo supervise los presupuestos nacionales de los
países miembros y se le otorguen competencias para castigar a los países que no
cumplan.
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