Las resistencias con las que se ha
topado Wall Street son recias, y empiezan a hacer mella en el ánimo de los
inversionistas, por lo que los índices, ante la dificultad para romperlos,
empiezan a flaquear y a ceder un poco de terreno. Derribarlos depende en buena
medida de lo que suceda en Europa, pero nada se sabrá en claro hasta la primera
quincena de septiembre. Según una nota de Reuters, que logró atenuar las pérdidas
en Europa, España ya está en negociaciones para pedir la ayuda al fondo de
rescate, pero nada formal se sabrá hasta al menos el 12 de septiembre, cuando
la corte alemana dictamine si el fondo permanente es constitucional o no.
Previsiblemente, antes, el 6 de septiembre, el Banco Central Europeo (BCE)
habrá revelado su esquema de intervención en el mercado secundario. Entre
tanto, no nos queda más que esperar, y sin noticias que puedan impulsar a los
mercados, las resistencias empiezan a causar fatiga y pasan factura a Wall
Street.
Sin embargo, en estos días de espera,
no creemos que Wall Street se aleje mucho de los actuales niveles. Nadie quiere
bajarse del tren por si acaso este rally, con la solución europea, tiene todavía
cuerda. En la solución integral que se de a Europa, una parte fundamental es el
destino de Grecia, que sigue en el aire.
Ayer, el presidente del Eurogrupo,
Jean Claude Juncker, de visita en Grecia, señaló que antes de decidir si
cambian las condiciones del rescate griego, tendrán que estudiar el informe que
la Troika entregue sobre el programa de austeridad del gobierno heleno. Hoy,
Merkel también se remitió al informe de la Troika como condición para poder
emitir una respuesta. Mañana, Antonio Samarás viajará a Berlín para
entrevistarse con Merkel y el sábado lo hará a París para reunirse con
Hollande.
A falta de saber, por tanto, cómo se va
a resolver la crisis europea (si es que logran dar con una solución), los
mercados permanecen un tanto apáticos. Las expectativas siguen siendo altas,
pero están acostumbrados a los patinazos europeos, y en estas circunstancias,
ir más alto y romper estas resistencias es una osadía que no se atreven a
cometer.
De modo que hoy, en esta larga espera,
se fueron para abajo. Al cierre de la jornada, el Dow Jones bajaba un 0.88% y
terminaba cerca de los 13,000 pts, en los 13,057.46 pts en tanto el Nasdaq
perdía un 0.66% para terminar en los 3,053.40 pts. Finalmente, el S&P’s 500
se dejaba un 0.81% y regresaba muy cerca de los 1,400, al concluir en los
1,402.08 pts. En esos niveles tan redondos y a falta de información, es de
esperar que mañana el movimiento sea prácticamente plano.
En lo que se refiere a los datos de
EU, vinieron mixtos. Las solicitudes de subsidios de desempleo se ubicaron en
372,000. El dato sorprendió a los analistas que esperaban que la cifra
descendiera a 365,000 comparado con una
lectura en la semana anterior de 368,000.
Sin embargo, las ventas de casas
nuevas subieron en julio para ubicarse a un ritmo anualizado de 372,000,
superando al consenso, que estimaba 368,000. Además, el dato de junio se revisó
al alza de 350,000 a 359,000. El dato, sin embargo, no logró propulsar un poco
más a las constructoras, que vienen de un suculento rally. Pulte Group avanzó
un 0.5%, pero KB Home perdió un 0.5%, Lennar un 0.7%, DR HOrton un 0.9% y Toll
Brothers un 1.0%.
Por sectores, los 10 del S&P’s
concluyeron a la baja, encabezados por el de materiales básico (-1.6%). También
cayeron con fuerza el de petróleo (-0.9%), el de servicios públicos (-1.0%),
tecnología (-0.8%) y bienes de consumo básico. Los que menos cayeron que
terminaron con retrocesos marginales, fueron dos de los más defensivos: salud y
telecomunicaciones.
En el Dow Jones, la acción que más se
derrumbó fue Hewlett-Packard (-8.0%) tras hundirse ayer un 3.7%. Al igual que
le sucedió a Dell el día anterior, rebajó sus expectativas de ganancias para
todo el año en el reporte trimestral que publicó al cierre de ayer. Dell, que
venía de perder un 5.4% el miércoles, hoy se dejó casi un 4% adicional. Así que
en estos dos días, las dos grandes estrellas del pasado en el mercado de PCs se
hicieron un flaco favor, tanto a sí mismas como a su rival. En lo que llevamos
de año, Hewlett-pacard se ha despeñado más de un 30% y Dell casi un 25%.
El mal desempeño de Hewlett-Pacard y Dell
también golpeó a sus proveedores de chips como Intel (-2.9%), o de software
como Microsoft (-0.9%). También dentro del Dow Jones destacó el fuerte descenso
de Alcoa, y dentro del sector industrial, de Boeing (-3.6%) y Caterpillar
(-1.3%). Sólo cuatro compañías se salvaron de terminar en rojo, dos del sector
salud, Pfizer (0.4%) y Johnson & Johnson (0.1%), así como una empresa de
consumo básico, Kraft Foods (+0.4%) y la compañía de telecomunicaciones
AT&T (0.1%).
Para mañana, el único indicador de EU
es el de bienes duraderos para julio. El consenso prevé un incremento de 2.5%
tras subir un 1.3% en junio. Buena parte de la mejora se deberá al componente
de transporte, dado que a Boeing le pidieron 260 aviones en julio comparado con
sólo 24 unidades en junio, además del aumento en la demanda de vehículos de
motor. De ser así, la cifra general podría venir bastante mejor que el 2.5% que
esperan los analistas. Ahora bien, más interés tendrá la cifra sin incluir el
volátil componente de transporte. Bajo esa medición, se espera un aumento de
0.6% tras contraerse un 1.4% en junio.
En Europa, la atención la acaparará la
reunión de Samarás y Merkel. Sin embargo, la canciller alemana se ha encargado
de enfriar las expectativas y como Juncker, le dará largas: no dirán si le dan
nuevos plazos o cambian las condiciones del rescate hasta no tener el informe
de la Troika. Y para eso hay que esperar a septiembre. También se publica la
revisión al PIB del Reino Unido.
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