viernes, 3 de agosto de 2012

Cierre de Wall Street: Europa se recompone y la nómina de EU pone la puntilla al rally


Tras el susto de ayer, hoy fue día de rally, con otra semana de saldo positivo para las bolsas, aunque fuera muy escueto, y un nuevo máximo de tres meses. En verdad, los inversionistas parecen haber llegado a tres conclusiones: una, que Europa tiene un plan de acción más o menos definido, una guía, y que mal que bien, están dispuesto a sacarlo adelante; dos, que España e Italia, tarde o temprano, solicitarán la ayuda del fondo de rescate europeo y por tanto, recibirán la ayuda del BCE en el mercado secundario; y tres, que tras el dato de empleo de julio, la economía estadounidense no camina tan mal como se pensaba, y que superado las distorsiones del clima, la tendencia subyacente del empleo es más firme de lo que se imaginaban. 


En esas tres percepciones, Wall Street se escudó hoy para rebotar con fuerza. Al cierre de la jornada, las ganancias fueron pletóricas, como lo fueron a lo largo de toda la sesión. El Dow Jones ganó un 1.69% para terminar de nuevo por encima de los 13,000 pts (tras dos días de interrupción), en los 13,096.17 pts. El Nasdaq fue el que más trepó, con un alza del 2.0% para acabar en los 2,967.90 pts. El S&P’s 500, que quebró una racha de cuatro días con unas pérdidas acumuladas, se disparó un impresionante 1.9% para concluir en los 1,390.99 pts y salvar la semana, encadenando su cuarta semana consecutiva de subidas. 

La jornada empezó mal en Europa, con fuertes caídas en las bolsas, sobre todo Madrid y Milán, y un nuevo deterioro mayor en la prima de riesgo. Sin embargo, el mercado se dio la vuelta ante la expectación que levantó el anuncio de que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, daría una conferencia de prensa tras el Consejo de Ministro de los viernes. La especulación de que podría anunciar que acudí al fondo del rescate disparó a la bolsa de Madrid, en tanto la prima de riesgo y, sobre todo, las tasas en el tramo corto de la curva se desplomaban (recuerden que ayer el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo que el BCE intervendría con la compra de bonos de corto plazo).

Rajoy no dijo ni que sí pediría ayuda al fondo, ni que no: sino que lo estudiaría y decidiría lo que más conviniera a España. Y para eso conminó al BCE que detallara cómo pensaban intervenir en los mercados de deuda, y al fondo de rescate, qué condiciones impondría a los países que lo solicitaran.

Ese mensaje dejó entrever que España sí está interesada, muy interesada, en acudir al fondo de rescate, pero antes quiere negociar bien los términos (al menos mejor de lo que lo hizo con el rescate a la banca).

En medio de ese contento estaban los mercados globales cuando la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés), sorprendió con un dato para la nómina no agrícola mejor a lo pronosticado. El aumento en la nómina fue de 163,000, mejor a los 100,000 que esperaba el consenso del mercado. El dato supone una sustancial mejora respecto a los 73,000 puestos de trabajo generados en promedio durante el segundo trimestre y parece sugerir que ése es el ritmo subyacente de creación de empleo una vez superadas las distorsiones generadas por el clima durante este invierno y primavera que acaban de pasar.

El reporte de empleo fortaleció el rally de los futuros, que apuntaron a una apertura cercana al 1.5%.  Ya con los mercados abiertos, se publicó el ISM no manufacturero para julio, o del sector servicios, que representa en torno a un 90% de la economía de EU. La lectura fue de 52.6 pts, por encima del número de 52.3 por ciento que esperaba el consenso y superior al 52.1 de junio, que sin ser espectacular se sumaba a la euforia de los mercados. De modo que el rally se fortaleció un poco más y así se mantuvieron hasta el cierre de la sesión.

Tan poderoso fue el rally que varios sectores subieron más de un 2.0%: así lo lograron varios sectores asociados al ciclo económico, como el petrolero (2.4%) que estuvo apoyado por una subida del barril del WTI de casi el 5%, el de materiales básicos (2.2%), y el industrial (2.4%). El sector financiero, aliviado por una crisis europea cuya resolución empieza a tomar forma, trepó un 2.2%, en tanto que el tecnológico ascendió un 2.1%. En medio de ese rally generalizado, el único sector que se rezagó fue el de telecomunicaciones, un sector que suele hacerlo mejor que el resto en las sesiones más complicadas (de hecho, es el que tiene el mejor rendimiento en el año con un 18.2%), pero que hoy apenas se asomó un 0.1%.

Dentro del Dow Jones, dos de las empresas más castigadas en el año fueron las que más treparon hoy: el fabricante de computadoras Hewlett-Packard (+4.1%), y el fabricante de routers para dirigir el tráfico de internet, Cisco Systems (3.9%). Kraft Foods, que al cierre de ayer reportó mejor de lo pronosticado, se disparó un 4.0%. En las financieras, Bank of America avanzó un 3.5% y JP Morgan un 2.6%. La única acción del Dow Jones que cerró en rojo fue Verizon (-0.4%), en tanto McDonald’s concluyó sin cambios.

La semana que viene, si no fuera por la volatilidad que puede generar Europa, diríamos que sería una semana típica del verano, para sestear. Los datos, tanto en EU como en Europa, son escasos y de poco potencial para mover a los mercados. Además, una buena parte de los dirigentes europeos están de vacaciones. Pero siempre está el riesgo de que los mercados no den tregua, presionen la prima de riesgo de España e Italia, y tengamos otra semana volátil. De momento, el plan parece claro: España (y posiblemente Italia) estudiarán más detalles sobre cómo intervendrá el BCE y qué condiciones impondrá el fondo de rescate a los países que soliciten ayuda, para posteriormente pedir el rescate y finalmente recibir el apoyo del BCE. Ése el plan, la guía trazada, y sucederá “en las próximas semanas”. La velocidad de los acontecimientos la dictarán los mercados: veremos si la semana que viene prefieren dormitar bajo el sol de la playa o prefieren mantener la excitación.  

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