Mario Draghi fue bastante claro y explícito: el BCE está
listo para comprar deuda en el mercado secundario. Pero condicionó su apoyo a
que Bruselas lo ayude con los fondos de rescate, tanto con el temporal (EFSF
por sus siglas en inglés) como el permanente (el ESM), que todavía no está
operativo. Para que eso suceda es preciso que España e Italia soliciten la
ayuda de los fondos de rescate para que compren deuda en el mercado primario,
lo cual se hará bajo rigurosas condiciones (¿nuevas exigencias de reformas y
austeridad?).
En España, Mariano Rajoy ha negado que vaya a tener que
acudir a los fondos de rescate, pues no quiere sufrir el estigma de un nuevo
rescate tras el de la banca. Pero hoy el primer ministro italiano Mario Monti
está en Madrid para convencerlo de que es preciso pedir ayuda a los fondos de
rescate. La subasta de bonos de España hoy ratifica que la demanda para la
compra de bonos españoles es muy exigua, y que esa falta de demanda deberá
suplirse con los fondos del rescate si quieren rebajar el costo de refinanciamiento
de la deuda a niveles sostenibles.
Por tanto, el BCE puede ayudar, pero lo condiciona a que
España e Italia acudan al fondo de rescate y les ayuden con compras en el
mercado primario. Esto es, para Draghi, la política monetaria no es suficiente
para resolver el problema al menos que venga complementada por el apoyo de los
gobiernos y los fondos de rescate. El objetivo, según Draghi, es lograr reparar
los mecanismo de transmisión monetaria.
¿Qué dirá España e Italia? Lo sabremos muy pronto. En
Madrid, hay conferencia conjunta del presidente de España Rajoy y el primer
ministro italiano Mari Monti en 20 minutos. ¿Habrá orquestado Draghi algo con Monti y tratan ahora de convencer a Mariano Rajoy? Las condiciones del mercado tras la reunión del BCE dejan poco margen a España: la tasa del bono de 10 años de nuevo por encima de 7%.
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