Salvo en Grecia, donde la bolsa de Atenas se despeñó un 6.7%
y el bono de 10 años trepó 273 pbs a 23.30% tras el rechazo del electorado heleno
a Europa y a las draconianas políticas de austeridad fiscal, en el resto de los
mercados europeos se recibió bien la victoria del socialista Francois Hollande en
Francia.
Eso sí, el inicio de la jornada fue turbulento, con fuertes
caídas en las bolsas europeas y un deterioro marcado en las primas de riesgo. El
Ibex-35 de Madrid llegó a perder un 2.3%, la bolsa de Milán un 2.4% y el Cac-40 de París un 1.8%.
Pero conforme avanzaba la jornada, el panorama se recompuso
y al final hubo rally en las bolsas europeas, sobre todo en las de la
periferia. El Ibex-35 de Madrid se disparó un 2.7% bajo rumores de que el
gobierno de Rajoy podría sacar, este viernes, un plan de rescate bancario (BBVA
trepó un 5.4% y Santander un 4.7%), y la bolsa de Milán ganó un 2.6%.
En París también lucieron las ganancias, con el Cac-40
ascendiendo un 1.7%, y sólo el Dax de Francfort, donde Merkel fue quizás ayer
la gran derrotada, quedó fuera del rally, con un mero avance de 0.1%.
En el mercado de bonos, el comportamiento fue parecido al de
las bolsas: por ejemplo, la tasa del bono de 10 años italiano llegó a trepar 14
pbs hasta 5.57%, pero al cierre descendía 4 pbs para terminar en 5.40%. La tasa
del bono de 10 años de España sólo subía 1 pb a 5.75% y la de Francia, que
llegó a incrementarse 6 pbs, se reducía al cierre 3 pbs a 2.80%.
Por tanto, una vez superado el susto inicial, el desenlace
de los mercados europeos fue una grata sorpresa. ¿Por qué esa recuperación de
los mercados europeos en una jornada tan volátil?.
En primer lugar, porque la canciller alemana, después de los
desplantes que propinó a Francois Hollande durante la campaña, dijo que le
recibirá “con los brazos abiertos”, lo que es crucial para que las dos grandes
potencias europeas trabajen juntos para resolver la crisis de la región.
Pero sobre todo porque quizás el cambio de discurso de
Europa que propugna Hollande sea lo mejor para resolver la crisis, y así lo
hayan leído los mercados. Desde luego que el tándem Merkozy no ha funcionado: las
políticas fiscales restrictivas que ellos han impulsado no han premiado a los
mercados de bonos, así como tampoco su rechazo a una mayor unión fiscal, ni su
resistencia a emitir eurobonos ni su inflexibilidad para involucrar más al
Banco Central Europeo (BCE).
En aquellos países europeos donde se han aplicado las
recetas de Merkozy a rajatabla, lo único que se ha logrado es que la economía
entre en recesión, que los objetivos de déficit no se cumplan, y que al final
las tasas de los bonos asciendan a niveles que dificultan la renovación de la
deuda a un costo sostenible.
Grecia lleva así varios años, y lo único que se ha logrado
ha sido devastar a la nación, darle dos rescates y que las tasas de interés hoy
subieran por encima de un 23% luego de que los votantes castigaran a los
políticos que apoyan esas políticas criminales. Pero en España, tras los
recientes paquetes de recorte del gasto, el desenlace fue el mismo: mayores
tasas de interés. Sin crecimiento, parecen preguntarse los mercados, ¿cómo se
va a pagar la deuda?
Sin embargo, Hollande defiende una política presupuestaria orientada
más al crecimiento y menos a la austeridad. Pero además es un claro adalid de una
mayor unión fiscal en Europa, cuyo principal pilar sería la emisión de
eurobonos y una mayor intromisión del BCE. ¿Por qué no incidir en esas
políticas? Si algo ha funcionado, aunque haya sido de forma pasajera, han sido
las Operaciones de Refinanciamiento de Largo Plazo del BCE.
La experiencia nos dice que lo de Merkozy no ha funcionado.
Por el contrario, esas políticas sí han retribuido a EU: pese a la expansión fiscal de Obama, el
crecimiento es más firme y la tasa del bono de 10 años, pese a los malos
augurios que lanzan los conservadores, permanece por debajo del 2% y se sigue
viendo como un refugio seguro. Además, su estrategia está coordinada y apoyada
por al Fed, que ha comprado todo tipo de activos y en los montos que hayan
hecho falta (y no se descarta que pueda recurrir a un QE3 si hiciera falta).
Hollande apunta hacia las recetas de EU, que son las que han
venido funcionando. Por eso, los
mercados, tras las dudas iniciales, revirtieron la tendencia y terminaron
premiando al socialista. ¿Será que después de tantos pasos en falso él trae las políticas buenas?
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