La economía de la eurozona eludió entrar en recesión, técnicamente entendida como dos lecturas negativas en el PIB trimestral respecto al trimestre previo en su cifra ajustada estacionalmente. Pues bien, en el primer trimestre de 2012 la lectura fue de 0.0% tras una caída de 0.3% en el cuarto trimestre de 2011. Así que se libró por lo pelos, contradiciendo al consenso, que estimaba una contracción de 0.2% en el PIB.
Y se salvó gracias, en esencia, a Alemania y a su espectacular sector de exportación. La
mayor economía de la región aceleró su crecimiento a 0.5% cuando el
consenso esperaba un aumento de sólo el 0.1%. En el cuarto trimestre de 2012, la economía germana se redujo un 0.2%.
Pero más allá de Alemania, el panorama es tétrico:
Francia está estancada (0.0%), España repitió una caída del 0.3% y el PIB de
Italia se derrumbó un 0.8%.
Además, nos tememos que para este segundo trimestre, con todos los avatares que está sufriendo la eurozona, la región volverá a registrar una caída en su PIB: el aumento de las primas de riesgo en los países de la periferia golpeará más al consumo y a la inversión; las banca se vuelve a tambalear; y el riesgo de una salida de Grecia junto con el temor a una posible salida desordenada habrá hecho más cautos a los agentes económicos. Eso sí, la depreciación del euro ayudará al sector exportador.
Aun así, el indicador del PMI, que suele adelantar la tendencia del PIB, sugiere que la economía se volverá a contraer este trimestre.
Nomura
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