Otra jornada de pérdidas, tanto en Europa como en EU. Sólo en Asia
algunos mercados, como el de Tokio y Shangai, lograron salvar la jornada: el
primero porque la economía nipona se expandió a un ritmo mayor al pronosticado;
el segundo, porque se rumora que el gobierno de China recurrirá a políticas
monetarias y fiscales expansivas para reanimar la actividad. Pero en el resto
del mundo, de nuevo las especulaciones de una salida de Grecia del euro, el
aumento del costo de financiamiento en España, la fuga de capitales de la
periferia europea, la caída de las bolsas (sobre todo de los bancos), y la
ausencia de reacción por parte de las autoridades europeas provocó otro
profundo descalabro.A eso habría que sumar un horrible dato de la Fed de Filadelfia en EU.
En Nueva York, las bolsas abrieron casi sin cambios. Pero conforme
avanzaba la jornada fueron descendiendo hasta que en la última hora sucumbieron
con fuerza para terminar en los mínimos de la sesión. Al cierre de la jornada,
el Dow Jones perdía un 1.24% para cerrar en los 12,442.49 pts. Peor le fue al
Nasdaq, que bajó un 2.10% para concluir en los 2,813.69 pts. El S&P’s 500,
finalmente, retrocedía un 1.51% y cerró a las puertas de los 1,300, en los
1,304.86 pts, su nivel más bajo desde enero. Las ganancias del año, tan rocosas
que lucían al final del primer trimestre, se han venido erosionando y el rendimiento del
S&P’s 500 en el año ya es de apenas un 3.8%.
La aversión al riesgo se reflejó en otros indicadores: rebotó 2.4%
el oro de su nivel más bajo del año a 1,573; el euro cerró por debajo de los
1.27 dólares; y las tasas del bono de 10 años se redujo 6 pbs a 1.70%
acercándose a su mínimo histórico de 1.67% del 23 de septiembre del año pasado.
Los datos económicos del día, además, fueron bastante malos. Las
solicitudes de subsidios de desempleo se ubicaron en 370,000, un poco por
encima del pronóstico del mercado. Pero el dato que lució realmente feo fue el
de la Fed de Filadelfia, que en mayo inesperadamente registró una lectura
negativa de -5.8 comparado con 8.5 en abril. El consenso esperaba que la cifra
mejorara ligeramente a 8.8. También decepcionaron los indicadores líderes de
abril con una contracción de 0.1% cuando el consenso estimaba un incremento de
0.2%.
La apreciación del dólar junto con la señales de debilidad
económica siguen derrumbando a las materias primas. El barril de Brent se
hundió un 2.7% y el WTI un 0.3%. El cobre bajó un 0.5%. El caso es que de nuevo
el sector de materiales básicos se derrumbó, esta vez un 2.3%. El sector
industrial, agobiado por el dato de la Fed de Filadelfia, también se hundió un
2.3%, así como otro sector eminentemente cíclico, el de consumo discrecional
(-2.3%). Las financieras, torpedeadas por JP Morgan, cuyas pérdidas por la
llamada “ballena de Londres” pueden ser mayores a las que se reportaron, bajó
un 2.2%. Finalmente, las tecnológicas retrocedieron un 1.7%. El sector de
telecomunicaciones fue el único que se libró, al avanzar un 0.2%.
Entre las de mayor caída en el Dow Jones estuvieron Caterpillar
(-4.4%), JP Morgan (-4.3%), Boeing (-3.6%), Home Depot (-3.6%) y Amercian Express (-3.0%). Wal-Mart, luego de
reportar unos resultados mejores a los pronosticados, se disparó un 4.2%. Las
dos telefónicas se salvaron, tanto AT&T (+0.3%) y Verizon Communications
(+1.2%). Alcoa, tan vapuleada, también logró hoy repuntar un 0.1%.
Para mañana, la agenda de indicadores económicos de EU está
completamente vacía. Pero habrá un gran protagonista: Facebook. Saldrá a bolsa
con un precio inicial de 38 dólares, lo que hace que la empresa inicie con un
valor de mercado de 104,000 millones de dólares, lo que la convierte en la
séptima mayor compañía tecnológica de EU, por encima de Cisco y con un valor
que casi duplica al de Hewlett-Packard, dos emblemas del Dow Jones.
Con ese precio, además, recaudó 16,000 mdd, un monto récord para
una empresa tecnológica. Además, se convierte en el tercer IPO de mayor tamaño
de la historia de EU. ¿Será la espectacular salida de Facebook suficiente para revertir
la tendencia del mercado? Europa se encargará de ponerlo difícil.
Por un lado, veremos la reacción a la decisión de Moody’s de
degradar a la banca española: redujo la calificación de 16 entidades
financieras entre 1 y 3 escalones. Y además amenazó con nuevos movimientos a la
baja al ponerlos con “perspectiva negativa”. Una mala noticia para una banca
que está siendo vapuleada.
Por otro lado, el líder de la coalición de izquierdas Syriza,
Alexis Tsipiras, que se está erigiendo como el posible vencedor de las elecciones
del 17 de junio, advirtió que es muy poco probable que Europa le retire los
fondos a Grecia, pero que en caso de hacerlo, el país repudiaría sus
obligaciones y no pagaría. A ver cómo despierta mañana Europa, si todo eso está
ya descontado o todavía hay camino para recorrer para abajo.
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