El dato de empleo trajo varias lecturas, y de ellas el mercado
extrajo las peores conclusiones, que podemos resumir en tres: uno, que más allá
de las revisiones a meses anteriores, lo que reflejan las cifras de los dos
últimos meses es que el ritmo de creación de empleo se ha desacelerado,
constatando un menor ritmo de expansión de la economía; dos, que la caída en la
tasa de desempleo, por tanto, no se debe a que el mercado laboral esté
absorbiendo a los desempleados, sino a que los desempleados, desalentados, se están saliendo del mercado laboral; y tres, que los que todavía conservan su
empleo tienen sus ingresos estancados. Y con poco empleo y los ingresos
estancados, el gasto de consumo, que representa 2/3 del PIB, puede volver a
languidecer.
En efecto, la nómina no agrícola de abril decepcionó al mercado,
al incrementarse sólo en 115,000 trabajadores, por debajo del pronóstico del
consenso (160,000), un ritmo de creación de empleo insuficiente para reducir el
desempleo a niveles más tolerables. La
tasa de desempleo bajó a 8.1%, pero se debió a que la tasa de participación en la fuerza laboral bajó a 63.6%, un mínimo de tres décadas, desde 1981.
Finalmente, las remuneraciones por hora registraron una lectura de 0.0%, cuando
el consenso estimaba un aumento del 0.2%.
Una vez hechas esas lecturas, los inversionistas se apresuraron a
vender tras los titubeos de los futuros de Wall Street antes de la apertura. Y
conforme la jornada avanzaba, las pérdidas se ensanchaban hasta terminar muy
cerca de los mínimos de la sesión.
Al cierre, el Nasdaq era el peor índice en Wall Street al despeñarse
un 2.25% a los 2,956.34 pts en tanto el Dow Jones bajaba un 1.27% aunque
lograba salvar los 13,000 pts, al cerrar en los 13,038.27 pts. Finalmente, el
S&P’s 500 caía un 1.67% y concluía en los 1,369.10 pts.
Con estos descensos, tanto el S&P’s 500 como el Nasdaq registraban
la peor semana del año luego de dos semanas consecutivas de ganancias, aunque
el comportamiento fue bastante dispar. El S&P’s 500, la principal
referencia del mercado, el índice que sirve para evaluar el tono general del
mercado, bajó un 2.3%. Al Nasdaq, el índice que más ha trepado en el año, le
fue bastante peor al desplomarse un 3.7%. Pero el Dow Jones, el índice de las
30 “blue chips” o valores seguros, retrocedió un 1.3%, un descenso bastante más
moderado que el de sus pares. De hecho, al Dow le fue peor en la semana
terminada el 13 de abril.
Las señales de que la economía de EU pierde dinamismo golpeó a
todos los sectores salvo al de “servicios públicos” de agua, gas y
electricidad, eminentemente defensivo, que cerró sin cambios. Pero la
presumible menor actividad económica golpeó al sector energético (-2.2%), al de
materiales básicos (-1.8%), y a los sectores más cíclicos como el industrial (-1.6%), o el de consumo
discrecional (-1.6%).
El barril del WTI, por primera vez desde febrero, cerró por debajo
de los 100 dólares. Se desfondó un 4.1% para cotizar en los 98.36 dólares. Eso
hizo estragos en las petroleras como Exxon Mobil (-1.3%), o Chevron (2.1%).
Peor le fue sin embargo al fabricante de aluminio Alcoa (2.2%). El productor de
gas natural Southwestern Energy fue la peor acción del S&P’s 500 al
hundirse un 7.5% luego de reportar unos beneficios e ingresos que defraudaron a
los analistas.
Ahora bien, todavía le fue peor, dentro del Dow Jones, a una
financiera, Bank of America (-3.3%) y a una tecnológica, Cisco Systems (-3.0%).
Apple, por otro lado, sigue su senda bajista y perdió este viernes un 2.9%. En
la semana, la adorada Apple se dejó un 6.3% y su avance en el año ya es de
menos del 40%. Recientemente comentábamos que Apple ya podía haber tocado su
techo y no en vano, un alto directivo se deshizo hace justo una semana del 95%de su participación en Apple. De momento, él ya se ahorró unas pérdidas del
6.3%.
Por otro lado, AIG se hundió un 3.8% en la jornada, y todavía en
el “after hours” cae un 3.1% adicional luego de reportar que sus ventas se
contrajeron en sus principales unidades de seguros.
Entre las que se salvaron
de la masacre estuvo la red social Linkedln, que se disparó un 7.2% y subió a los 118.22 dólares la acción, su
mayor cotización desde que salió a bolsa en mayo de 2011, luego de publicar un
reporte trimestral mejor de lo esperado.
Durante el fin de semana habrá elecciones en Grecia y en Francia,
y además se celebrará la reunión anual de Berkshire Hathaway, en la cual se
abordará (otra vez) el tema de la sucesión de su paladín, Warren Buffet, así
como su estado de salud luego de revelar que tenía cáncer, aunque no sea
maligno.
Pero entre tanto, abril fue el primer mes del año de pérdidas en
Wall Street y mayo abrió con la peor semana de este 2012. Y lo que es peor, no
sólo EU da señales de debilitamiento, sino que en Europa los países de la
periferia están en graves apuros (y ni los líderes políticos de Europa ni el
BCE muestran indicios de querer ayudar) y en China la economía también pierde
fuelle. Cuidado con esta primavera, que empezó mal pero falta ver cómo termina.
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