La retórica del presidente de la Reserva Federal, Ben
Bernanke, en su testimonio semestral frente al Congreso no es nuevo y no
impresionó al mercado, que esperaba algo más. Lo que nos vino a decir es que
sí, los riesgos a la baja sobre el crecimiento económico se están
materializando como consecuencia de la crisis de deuda soberana en Europa, y
que la Fed está “preparada para tomar más acciones si lo considera apropiado
para promover una recuperación económica más fuerte”. Sin embargo, no dio
tampoco ahora señales de qué tan cerca están de tomar nuevas medidas o cuáles
serían.
En lo que se refiere a la economía, Bernanke sostuvo que los
avances para reducir la tasa de desempleo son “frustrantemente lentos”, y
aunque la recuperación ha seguido su curso, “la actividad económica parece
haberse desacelerado algo durante la primera mitad del año”. No sólo la
inversión se está enfriando como consecuencia de la crisis europea, sino que
las familias estadounidenses están restringiendo el consumo ante la baja
creación de empleo y el difícil acceso al crédito.
Por tanto, Bernanke parece señalar que quizás sea preciso
acudir a nuevas medidas de estímulo monetario. El problema es que las
herramientas cada vez son menos convencionales, y lo que se deduce de las
palabras de Bernanke es que, si bien él es favorable a adoptar nuevas medidas,
no se compromete a ello abiertamente porque cuenta con un menor beneplácito en
el seno de la Fed que en el pasado. Por eso, Bernanke insiste que antes de
tomar una decisión, tendrán que evaluar cuidadosamente sus potenciales
consecuencias y su eficacia.
Respecto a la inflación, él señaló que sus expectativas son
que se mantenga cerca o por debajo del objetivo de 2%, por lo que en ese
sentido, no sería un impedimento para aplicar nuevas medidas de estímulo
monetario. Bernanke afirmó que podrían aplicar un nuevo programa compra de
activos, un QE3, o hacer uso de la “ventana de descuento”.
Wall Street abrió al alza, pero tras sus comentarios, se
deslizaron a terreno negativo. Según escribimos esta nota, el Dow Jones cede un
0.3%, el Nasdaq un 0.5% y el S&P’s 500 un 0.3%.
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