Cerró Europa y la jornada en Wall Street se enderezó, si bien la
sesión concluyó con pérdidas. Y ya es la sexta jornada consecutiva con
retrocesos en el S&P’s 500, el índice que mejor sirve para evaluar el tono
general de Wall Street. La crisis europea cada vez es más temible: las bolsas
de la región se hundieron, sobre todo Madrid y Milán, el euro se deprimió por
debajo de los 1.22 dólares, la prima de riesgo de España e Italia volvieron a
tensionarse y Madrid cada vez se parece más a Atenas. Por eso el tiempo que el
mercado europeo estuvo abierto, Wall Street se sumergió con ellos. Cuando cerraron
las bolsas del viejo continente, Nueva
York maquilló el día gracias a un dato de subsidios de desempleo mejor de lo
esperado, y a las cifras de precios a la importación que no reflejan presiones
inflacionarias, más con los precios de la energía a la baja.
Al cierre de la jornada, el Dow Jones perdía un 0.25% para
concluir en los 12,573.27 pts, nada mal si tenemos en cuenta que llegó a hundirse casi un 2.0%. Por otro lado, el Nasdaq caía un 0.75% y terminaba
en los 2,866.19 pts. El S&P’s 500 bajaba un 0.5% y acababa en los 1,334.27
pts.
En los datos económicos, las
cifras publicadas en EU fueron buenas. Ahora que, tras el dato de empleo de
junio, existe una justificada preocupación con la recuperación del mercado
laboral, el dato semanal de solicitudes de subsidios de desempleo sirvió para
contemporizar un poco esas preocupaciones. Inesperadamente, en la semana
terminada el 7 de julio, los subsidios de desempleo cayeron en 26,000 a
350,000. El consenso del mercado estimaba una cifra para los subsidios de 375,
muy similar a la observada en la semana previa de 376,000 (revisado al alza de
374,000).
Por otro lado, los precios a la importación de junio se redujeron
un 2.7% en junio, la mayor caída desde diciembre de 2008, cuando la crisis
desatada por la quiebra de Lehman Brothers provocaba un derrumbe en la
actividad y los precios del crudo se desplomaban. Excluyendo el componente
energético, los precios a la importación retrocedieron un 0.3%. Ese dato también
facilita, al menos, la coyuntura para aplicar nuevos estímulos monetarios por
parte de la Fed en caso de que lo consideren necesario, opción que de momento
está abierta pero no parece inminente salvo que se aprecie una recaída seria en
la economía.
Rumbo al cierre se publicó la balanza fiscal para junio, la cual
registró un déficit de 59,700 millones de dólares (mdd), en línea con los
60,000 mdd que estimaban los analistas.
De modo que tras el cierre de Europa, Wall Street fue recuperando
terreno y logró limar los descensos. A esa recuperación contribuyó el avance del
sector salud, que subió un 0.3% de la mano de Procter & Gamble y Merck, así
como el avance de las constructoras (2.8%) y del sector de servicios públicos
(0.1%)
Así, el rally de Merck (4.2%) y Procter & Gamble (3.9%) son
cruciales para explicar que el Dow prácticamente cerrara en tablas. Las dos
empresas del sector salud fueron las que subieron con más intensidad en el
índice de las “blue chips”. Entre las constructoras, subieron con fuerza KB Home
(5.2%), Lennar Corp (4.3%), Pulte Group (3.7%), Toll Brothers (3.5%), o D.R.
Horton (3.4%).
Los sectores que más cayeron fueron las tecnológicas (-0.9%), las
de telecomunicaciones (-0.7%) y las financieras (-0.4%). Dentro del Dow Jones,
y entre las tecnológicas, bajaron Cisco Systems (-1.8%), Intel (-2.4%), y Microsoft
(-2.0%). AT&T perdió un 1.0%, y entre los bancos, Bank of America
retrocedió un 1.4% y JP Morgan un 1.2%.
Al cierre de hoy pública Google, y mañana lo harán dos de las
grandes entidades financieras del país, JP Morgan (qué mostrará el agujero que
ocasionó la “ballena de Londres”) y Wells Fargo. Ahora bien, se espera que esta
vez la temporada de reportes corporativos no sirva de sostén a los mercados,
sobre todo partiendo de la base de que las expectativas de beneficios se hanreducido de manera dramática durante el último año.
Por lo demás, esta noche se publican en China indicadores muy
relevantes para conocer qué tanto se está enfriando su economía. Tendremos el
PIB para el segundo trimestre, además de la producción industrial, las ventas
minoristas y la inversión fija. Por tanto, además de los reportes de Google, JP
Morgan y Wells Fargo, que seguro mueven
a las bolsas, las cifras de China también pueden provocar mañana algunos
vaivenes en los mercados globales.
En EU, contaremos con los precios al productor de junio, que
posiblemente confirmen la tendencia a la baja de los precios debido a la caída
de los precios del crudo, y el dato preliminar de la confianza del consumidor
de la Universidad de Michigan para el mes de julio, que revelará qué tanto está
impactando al americano de a pie el menor ritmo de creación de empleo. El
consenso prevé una lectura de 73.5 contra 73.2 en junio.
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