España, otra vez, a punto de caerse del alambre. Se concatenaron
varios asuntos que la llevaron a la peor situación desde que entró el euro: un
programa de rescate a la banca que nunca ha convencido a los mercados, porque
no será ayuda directa sino a través del Estado; la quiebra de la Comunidad
Valenciana, que pidió ayuda al gobierno para poder pagar sus cuentas; unos pronósticos
más pesimistas del gobierno, con recesión también en el 2013 y más desempleo; y
unas masivas manifestaciones en las principales ciudades del país en contra del
draconiano programa de austeridad de Rajoy. Todo eso provocó un baño de sangre,
en este triste día batmaniano, en los mercados globales, pero sobre todo en
España e Italia. Así las cosas, ahora sí, a Draghi no le queda de otra que sacar su artillería.
En España, la bolsa se desplomó, la tasa del bono de 10 años
superó los 7.25% y la prima de riesgo por primera vez se fue arriba de los 600
pbs para terminar en los 610 pbs. Igual suerte corrían las principales
variables financiera de Italia en tanto el euro llegaba a tocar un mínimo
intradía de 1.2144, la más baja desde junio de 2010. Los capitales, asustados,
se refugiaban en los bonos de los países más seguros de Europa (Alemania,
Francia, Holanda, Austria, Finlandia), y en los bonos del Tesoro.
Wall Street tampoco se salvaba y terminaba con descensos, pese al
avance de Google, que reportó al cierre de ayer, y de General Electric, que
publicó esta mañana. Microsoft, que también sacó sus números ayer, empezó la
jornada con ganancias pero terminó sucumbiendo. Pero esta vez los informes
empresariales no fueron suficientes para salvar a Nueva York.
Al cierre de la jornada, el Dow Jones perdía un 0.93% para
terminar en los 12,822.57 pts en tanto el Nasdaq bajaba un 1.37% para acabar en
los 2,925.30 pts. El S&P’s 500, que ayer se topó con la resistencia de los
1,375 pts, retrocedió un 1.01% y concluyó en los 1,362.66 pts.
Pese al declive de hoy, los tres índices lograron salvar la
semana, el Dow y el S&P’s 500 con ganancias del 0.4%, y el Nasdaq con una subida
del 0.6%. Aun así, la mayoría de los indicadores económicos fueron malos: las ventas
minoristas inesperadamente se contrajeron en junio y encadenaron 3 meses de
caídas, los subsidios de desempleo se treparon, las ventas de casas de segunda
mano cayeron a un mínimo de ocho meses, el índice de la Fed de Filadelfia
apenas mejoró y los indicadores líderes se redujeron más de lo esperado. Todo
esto hace pensar que la economía de EU terminó el segundo trimestre con muy
poco impulso.
Sin embargo, los reportes corporativos, sin ser espectaculares,
fueron suficiente aliciente para empujar a los mercados al alza entre el martes
y el jueves y salvar la semana. En el año, los tres índices siguen mostrando
rendimientos positivos: el Dow gana un 5%, el S&P’s 500 un 8% y el Nasdaq
conserva subidas de dos dígitos, del 12%.
En la jornada de hoy, y con la crisis de deuda soberana asfixiando
a los mercados, el peor sector fue el financiero (-1.3%), junto con el
tecnológico (-1.5%). En el Dow Jones Bank of America se hundió un 2.6% y fue la
peor acción del índice, mientras que JP Morgan perdía un 1.6%. Además, Morgan
Stanley se dejaba un 3.6% adicional, Citigroup un 1.6& y Goldman Sachs un
0.9%. Esta vez ni Wells Fargo se salvaba (-1.0%).
En las tecnológicas del Dow Jones, Hewlett-Packard perdía un 2.6%,
Intel un 2.1%, Cisco un 1.9%, IBM, tras el avance de ayer, un 1.5%, y Microsoft,
que reportó al cierre de ayer, un 1.8% (pese a que abrió con firmes ganancias).
La que sí logró conservarlas a lo largo de la jornada fue Google, con una
subida del 3%. Tanto Google como Microsoft batieron al consenso del mercado.
También lo logró General Electric esta mañana, por un centavo, y
su acción (+0.4%), junto con Wal-Mart (1.0%) y Chevron (0.3%), fueron las
únicas que lograron ascender. Sin embargo, y pese al avance de General Electric,
el sector industrial también fue bastante castigado (-1.2%). Caterpillar se
dejó un 2.0%, Boeing un 1.3%, y United Technologies un 2.1%.
De los 10 sectores del S&P’s 500 sólo se libraron de pérdidas
el sector de servicios domésticos (0.2%) y el petrolero, que terminó sin
cambios. Exxon Mobil perdió un 0.3%.
Para la semana que viene, es crucial que el BCE intervenga. Sólo
comprando deuda en el mercado secundario podrían aplacar la ansiedad de los
inversionistas. Antes no lo hacía bajo el argumento de que el BCE no se iba a
ofrecer como el “salvador del euro” en tanto los gobiernos y las autoridades
europeas no hicieran el trabajo de fondo necesario para garantizar el éxito del
euro en el largo plazo. Todavía no se ha hecho lo suficiente, pero se han
realizado grandes avances, tanto a nivel comunitario (la reciente cumbre
europea) como a nivel nacional (paquetes de austeridad en Grecia, España e
Italia). Los planes ya están, en buena medida, en marcha, pero para no lastrar
su eficacia es preciso relajar las tensiones en los mercados de deuda. Así que,
Draghi, se te espera con esperanza.
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