Los futuros de Wall Street apuntan no sólo a que habrá un tercer día consecutivo de pérdidas en Nueva York, sino que además tendremos la peor apertura del año. En esencia son dos los temores que acechan a los inversionistas: uno, los nuevos indicios de una desaceleración económica global. Y dos, la incertidumbre con el éxito del canje de bonos griegos, uno de los pilares del segundo rescate al país heleno.
En lo que respecta al crecimiento, no sólo China se planteó para este año un objetivo de crecimiento menor, sino que en Europa, la economía de la eurozona se vuelve a tambalear, lo que dificultará los traumáticos procesos de ajuste fiscal. El Eurostat, la oficina de estadísticas de la región, confirmó hoy que el PIB de la eurozona se contrajo un 0.3%, tal y como se había publicado de forma preliminar el pasado 15 de febrero, como resultado de la fuerte caída en la inversión (la mayor desde 2009), y el descenso tanto de las exportaciones como del gasto del consumidor. En el tercer trimestre, la economía avanzó un 0.1% y la eurozona afronta el riesgo de una nueva recesión apenas 3 años después de la sufrida durante 2008 y 2009.
Por otro lado, se acerca el jueves, la fecha límite para participar en el canje de bonos griego, y aún pocos acreedores privados han confirmado que participarán en él. Sí, el Comité Directivo del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés), constituido por 12 bancos, gestores de activos, aseguradoras y hedge funds, han confirmado que participarán de manera voluntaria en el canje de deuda. El problema es que, según una nota de Bloomberg, sus tenencias apenas son de 40,000 millones de euros (mde) frente a los 206,000 mde elegibles para ser intercambiados, o algo menos de un 20%. Eso quiere decir que una buena masa de acreedores, en torno a un 80%, todavía tiene que ser convencido, una tarea bastante ardua y no exenta de riesgos. De hecho, para alcanzar el piso mínimo del 75%, todavía habría que convencer a acreedores que representen 114,500 mde adicionales.
Por otro lado, ayer el lobby alemán DSW que protege los intereses de los inversionistas recomendó no tomar la oferta griega, una mala señal para los mercados y para convencer a los inversionistas dudosos de que formen parte del canje.
Por si Grecia fuera poco, las miradas se voltean de nuevo hacia Portugal. Si bien la ingente liquidez que ha suministrado el BCE ha servido para reducir las tasas en España e Italia, los inversionistas no se han animado a comprar deuda de Portugal. De este modo, la tasa del bono de 10 años ha trepado en las dos últimas semanas en casi 2 puntos porcentuales, lo que suscita dudas sobre la capacidad del país luso para acceder a los mercados de deuda en el 2013 y, por tanto, si no precisará de un segundo rescate como Grecia. Hoy, la tasa del bono de 10 años de Portugal llegaba a los 13.9%, lo que complica sus planes de volver a colocar deuda en septiembre de 2013.
Ante estas perspectivas, y a la espera del crucial canje de bonos del jueves, los inversionistas prefieren embolsarse parte de las buenas ganancias acumuladas desde octubre del año pasado, por si las cosas no salieran como lo deseado. De este modo, en Asia las bolsas sufrieron abruptas pérdidas, Europa registra profundas caídas y los futuros de Wall Street cotizan con fuertes descensos.
Según escribimos esta nota, los futuros del S&P’s 500 caen 11.4 pts y ajustados por “fair value” pierden 10.2 pts, mientras que los del Nasdaq 100 bajan 19.3 pts y ajustados por “fair value” retroceden 17.9 pts. Los futuros del Dow Jones descienden 81 pts. Así que, como decíamos, tendremos la peor apertura del año y quizás termine siendo la peor jornada de lo que llevamos de este 2012.
En Asia, el Nikkei de Tokio perdió un 0.63% y el Hang Seng de Hong Kong un 2.16%. El Shangai Composite bajó un 1.41%. El yen japonés se aprecia un 0.7% a 80.98 yenes por dólar.
En Europa, el panorama es el mismo. El Dax de Francfort cae un 1.4%, el Cac-40 de París un 1.5%, la bolsa de Milán un 1.7% y el Ibex 35 de Madrid un 1.9%. Fuera de la eurozona, el Ftse-100 de Londres cede casi un 1.0%. El euro se deprecia un 0.5% a 1.315 dólares.
El petróleo, pese a la beligerancia del primer ministro israelí Benjamin Netanhayu con Obama, no escapa de la tendencia generalizada de hoy a vender. Los futuros del Brent pierden un 0.9% a 122.72 dólares el barril, y los del WTI pierden 1.1% a 105.55 dólares. En otras materias primas, el maíz cae un 1.2% y el trigo un 1.7%. Al cobre, al que hay que sumar las noticias de la desaceleración china, se derrumba un 2.6%. En los metales preciosos, el oro se deprecia un 1.2% a 1,683 dólares la onza mientras que la plata se abarata un 1.4% a 33.22 dólares la onza.
En medio de esa aversión al riesgo que produce la menor actividad global y el temor de que el rescate griego no funcione, los capitales acuden raudos a refugiarse en los bonos del Tesoro, cuyas tasas descienden a lo largo de la curva, sobre todo en el tramo largo. La tasa del bono de 2 años baja 1 pb a 0.29% mientras que la de 10 años desciende 5 pbs a 1.97%.
La agenda económica de EU está completamente vacía, pero mañana empieza la marcha atrás hacia el dato de empleo del viernes. Pero entre los corporativos, Goldman Sachs reveló que por primera vez desde el 2008, sus operaciones en Asia registraron pérdidas. Su holding en el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC por sus siglas en inglés), tuvo pérdidas de 517 millones de dólares (mdd). Goldman Sachs, que pese a eso ha tenido un formidable rally en lo que llevamos de año de más del 31%, pierde hoy un 1.5% en el pre-mercado.
Por otro lado, las acciones de Chesapeake Energy retroceden un 1.4% antes de la apertura ñuego de anunciar una alianza con la firma de capital riesgo KKR para invertir en intereses minerales y royalties en algunos importantes yacimientos de petróleo y gas.
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