miércoles, 16 de mayo de 2012

Cierre de Wall Street: La ansiedad con Grecia vuelve a deprimir a Nueva York. Atentos a la subasta de España



Nos esperan mucho días como estos, que son los buenos, y algunos de los malos, los verdaderamente malos. La incertidumbre campea a todo lo que da por Europa, y así es difícil que Wall Street se pueda volver a enderezar. Uno cree que el escenario más probable para Europa es el que describe Krugman, que tan criticado ha sido por el gobierno español. Quizás no fue lo más responsable, pero sobre aviso no hay traición: el espectro que recorre a Macedonia, el Ática, el Peloponeso y sus islas del Egeo es el mismo que recorrió la Pampa, el río de la Plata y la Tierra de Fuego y se llama “corralito”.


Ese espectro se ha propagado tan pronto como se percataron que, realmente, Grecia puede salir del euro, escenario que ya se contempla tanto en Berlín como en Bruselas. Y la realidad es que quien piense que Grecia puede tener una salida ordenada de la eurozona es que no conoce bien a los mercados.

Ni a los mercados ni a Europa, que desde que empezó la crisis no ha sabido dar un golpe en la mesa y detener el deterioro continuo de los mercados de deuda. Tampoco lo hará esta vez, nos tememos, salvo que el nuevo presidente de Francia, Francois Hollande, tenga la talla política de los antiguos, de los forjadores de este invento, y se convierta en el héroe de esta historia. Pero me tememos que Merkel no lo dejará, y a Merkel ya la conocemos de sobra.

Uno ve las primas de riesgo de los países periféricos, y resulta difícil pensar que serán capaces de reducirla de nuevo a niveles sostenibles de manera consistente en el corto plazo. Más bien parecería que se seguirá ampliando presionado por las fuerzas del mercado.  

Posiblemente Europa no tenga a los líderes, ni tampoco los mecanismos, para actuar con la rapidez, determinación y contundencia que requieren esta situación extrema.  En EU, cuando la quiebra de Lehman, no se miró si la banca había hecho bien o mal las cosas: el “riesgo sistémico” estaba ahí, y el costo de una crisis sistémica era mayor que el de salvar a toda la banca, aunque no fuera ni lo más justo ni lo mejor para acabar con el “riesgo moral”. Pero era lo más sensato y práctico y así se hizo.

En Europa, Grecia hizo mal las cosas, muy mal. Y ocultó la realidad de sus cuentas fiscales: pero los alemanes prefirieron hacer escarmentar a los griegos para que no volvieran a incurrir en irresponsabilidades sin pensar que lo mejor era actuar con firmeza y prontitud para evitar el contagio. Ahora los males se han propagado por toda la periferia, Grecia está a punto de abandonar el euro y el escenario de una salida desastrosa es el que incorporan los mercados. No es para menos: un mal menor que podría haber sido acotado terminó convirtiéndose en un verdadero cáncer.

Por eso la cautela es absoluta, y la ansiedad, y la volatilidad. Europa empezó la jornada con fuertes descensos, se recuperó ante los rumores que hablaban de una reunión extraordinaria del Banco Central Europeo (BCE), para terminar de nuevo sucumbiendo. La razón fue que justo en vez de ayudar, el BCE, en plena fuga de capitales de la banca griega, anunció que dejaría de prestar de manera temporal a las entidades helenas con el fin de limitar el riesgo hasta que el gobierno se comprometa a cumplir con las exigencias de austeridad europea.  

De modo que el Ibex-35 de Madrid terminó descendiendo a nuevos mínimos y rompiendo soportes: hoy cayó un 1.3% a 6,611.5 pts. La bolsa de Milán cedió un 0.2%, el Dax de Francfort un 0.3% y sólo se libró el Cac-40 de París, con un moderado ascenso de 0.3%. El euro terminó también con una ligera depreciación, en 1.272 dólares.

La jornada, por tanto, dentro de lo malo, no fue lo fatídica de días anteriores. Pero Wall Street, que abrió con subidas y parecía con ganas de darse un respiro, que además contó con un dato de producción industrial y de inicio de casas mejor de lo esperado, que recibió la garantía de la Fed de que inyectará más dinero en caso de que haga falta, terminó retrocediendo. Y el S&P’s 500 se llevó su cuarta jornada consecutiva de caídas, arrastrada sobre todo por el sector de materiales básico (-1.4%) y las financieras (-1.3%).

Al cierre de la sesión, el Dow Jones perdía un 0.26% para concluir en los 12,598.55 pts mientras que el Nasdaq bajaba un 0.68% hasta los 2,874.04 pts. Finalmente, el S&P’s 500 cedía un 0.44% a los 1,324.80 pts y se sigue comiendo la ganancia acumulada en el año, que se redujo a un 5.3%.

Las materias primas sufren por dos motivos: uno, por el menor ritmo de actividad económica, sobre todo en Europa, que está estancada y una buena parte de ella cayó de nuevo en recesión, y por la menor expansión de China. Y dos, por la apreciación del dólar, que juega en contra de las materias primas. De modo que hoy el Brent se hundió un 1.8% a 109.46 dólares y el WTI perdió un 1.2% a 92.81 dólares. El cobre, a su vez, bajó un 1.1%.

De modo que de las peores acciones fue de nuevo la de Alcoa (-2.5%), aunque las dos petroleras del Dow Jones, Chevron y Exxon Mobil, lograron salvar la sesión con subidas de 0.1% y 0.5% respectivamente. Entre las financieras, Bank of America se hundió un 2.6%, JP Morgan un 2.2%, Citigroup un 3.1%, Morgan Stanley un 4.2% y Goldman Sachs un 1.7%.

Pero la compañía que tuvo hoy el peor desempeño fue JC Penney, que sufrió el desplome más severo de su historia, un 20%, al publicar un reporte trimestral que defraudó tanto por sus ingresos como por sus beneficios.

Finalmente, General Motors ganó un 2.3% luego de saberse que la empresa de Warren Buffet, Berkshire Hathaway, amplió su participación en la mayor automotriz en 10 millones de acciones.

Para mañana, España tendrá que afrontar una dura prueba: en plenas especulaciones sobre lo que pasará con Grecia, tendrá que colocar entre 1,500 y 2,500 millones de euros en bonos y obligaciones con vencimientos en 2015 y 2016. Hoy la prima de riesgo llegó a superar por primera vez los 500 pbs hasta los 507 pbs, dado que la tasa del bono de 10 años se elevó al 6.5% (mientras que la alemana caía a un nuevo mínimo, por debajo de 1.44%).

Por otro lado, el principal indicador del día en EU será el de las solicitudes de subsidios de desempleo para la semana terminada el 12 de mayo, que se espera se ubique en 365,000, con pocos cambios respecto a los 367,000 de la semana previa.

También tiene potencial para mover al mercado el índice manufacturero de la Fed de Filadelfia para mayo, que podría mejorar marginalmente a 8.8 frente a 8.5 en abril, según el consenso de Briefing.com. El dato menos relevante será el de los indicadores líderes de abril. 

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