Empezó una semana crucial para el destino de Europa. Y los
mercados globales mandaron una señal atroz: poco esperan de lo que Merkel y sus
26 colegas de la Unión Europea puedan hacer este jueves y viernes, durante el Consejo
Europeo. Las ventas fueron masivas, sobre todo en la periferia europea y en el
delicado sector bancario, lo que no augura nada bueno para los mercados en el
corto plazo si realmente el Consejo Europeo termina en un fiasco.
Wall Street tampoco escapó a la tendencia de los mercados globales
y cerró con marcadas pérdidas. Quizás lo que logró contenerlas fueron los 12,500 pts del Dow
Jones. Al cierre de la sesión, el Dow perdía
un 1.09% y acababa en los 12,502.66 pts mientras que el Nasdaq se hundía un
1.95% para concluir en los 2,836.16 pts. EL S&P’s 500 se despeñaba un 1.6%
y acababa en los 1,313.72 pts.
En esencia, dos cosas se debatirán en el Consejo Europeo de este
jueves y viernes: la unión bancaria y la unión fiscal. Pero sobre ambos
asuntos, Alemania no parece andar con prisa mientras el resto de Europa anda
con la soga al cuello. Las declaraciones de Merkel de hoy dejan claro que para
lograr esa unión bancaria y fiscal hacen falta unas condiciones previas que no
están dadas. Y mientras no se den, nada se va a lograr. Por eso dijo que está
preocupada porque en la reunión del jueves y el viernes se hable demasiado
sobre “ideas para la colectivización de las deudas, en lugar de sobre los
controles de la política presupuestaria”.
Mal asunto. A eso hay que sumar otras declaraciones, recientes, en
las que indicaba que ella sola no podía salvar al mundo. O como ha dicho Krugman
en su última columna: aquí todos “han decidido que evitar el desastre económico
es responsabilidad de otro”.
Y mientras nadie se hace responsable, y nadie hace nada, los mercados
se vuelven a temer lo peor: otro fiasco en la cumbre del Consejo Europeo, y
otro descalabro de los mercados. El inversionista y especulador George Soros,
al tiempo que planteaba una posible solución para Europa, advertía que “a
Europa le quedan tres días”. Pues sí, ni más ni menos. Se juega el “todo o nada”,
como ya hemos dicho en estas páginas, pero no parecen excesivamente preocupados.
La banca es la que más sufre en este contexto, por su exposición a
la deuda soberana de Europa y a los problemas de financiamiento que puede
afrontar en caso de que se tensionen los mercados de dinero otra vez. Hoy el
sector se hundió un 1.9%, sólo superado por el tecnológico (-2.3%). Bank of
America fue la peor acción del Dow Jones (-4.3%), mientras que JP Morgan perdió
un 1.9%, American Express un 1.3% y The Travelers un 1.9%. Fuera del Dow, también
le fue mal a Citigroup (-4.4%), Morgan Stanley (-4.7%), Goldman Sachs (-2.6%) y
Wells Fargo (-1.8%).
Peor le fue aún, como decíamos, al sector tecnológico (-2.3%), el
que más ha trepado en el año. En el Dow Jones, Hewlett-Packard se desplomó un 4.1%,
y le siguieron otras como el mayor fabricante de chips Intel (-3.3%), o de
software Microsoft (-2.7%).
Otros sectores que cayeron con fuerza fue el industrial (-1.9%),
así como el petrolero (-1.9%) o el de materiales básicos (-1.5%). Caterpillar
se hundió un 2.4%, United Technologies un 1.9%, o General Electric un 1.5%. En
las petroleras, Chevron se dejó un 1.4% y Exxon Mobil un 1.1%. Alcoa bajó un
2.7%. El sector que menos perdió fue el de servicios públicos de agua, gas y
electricidad (-0.3%).
Para mañana, el mercado seguirá pendiente de las declaraciones que
hagan los líderes europeos conforme se acerca el Consejo Europeo. En la agenda
económica de EU, se publicará los precios de las casas de S&P’s /Case
Shiller, y la confianza del consumidor para junio del Conference Board.
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