viernes, 1 de junio de 2012

Cierre de Wall Street: El empleo de EU causa estragos. El Dow borra ganancias del año; S&P's en "corrección"


El primer día de mayo, en pleno Día del Trabajo, con buena parte de los mercados cerrados, el Dow Jones cerraba en su nivel más alto de este año: los 13,279 pts. En aquel entonces, los inversionistas celebraban el vertiginoso inicio de este 2012, con una subida del 9.0%, que hacía olvidar buena parte de los pesares que sufrieron durante el 2011. Aupado en los 13,279 pts, el Dow Jones estaba a sólo un 5.8% de su máximo histórico, los 14,093 pts de octubre de 2007. Y se presumía que tras la pequeña corrección que sufrió en abril, podrían saltar más alto.

Nosotros ya andábamos con suspicacias desde abril que esta primavera podría ser cruel. Y nuestros peores vaticinios se han cumplido: Europa, los líderes, de nuevo vuelven a evidenciar una gran pequeñez política, no reaccionan, no hacen nada para detener la sangría, y la economía global se descompone a pasos alarmantes.

Ya no es que las tasas en la periferia europea, en España e Italia, se hayan trepado a niveles insostenibles. Es que las tensiones en los mercados financieros ya se ha trasladado a la actividad real: buena parte de Europa está en recesión, China pierde fuelle y EU vuelve a trastabillar. La tasa de desempleo en Europa se eleva a 11%, la manufactura china y europea se contrae, la de EU se ralentiza y, por encima de todo, el empleo de EU, la suprema referencia para los mercados globales, vuelve a mostrar una economía que renquea.  

En mayo sólo se crearon 69,000 puestos de trabajo, ni la mitad de lo que esperaba el mercado (150,000). Y además, el dato de abril fue revisado a la baja de 115,000 a 77,000. La tasa de desempleo aumentó, inesperadamente, una décima, a 8.2%. Y lo más importante: ya no se puede culpar de la baja creación de empleo al clima, o al menos en exclusiva, sino que detrás de ella subyace una economía que se desvanece.

Sin crecimiento, los múltiplos de las empresas respecto a los beneficios esperados vuelven a verse altos, las acciones lucen caras, y todo el mundo vende. Y sin crecimiento, la demanda de materias primas se estancan, los inventarios se acumulan, y sus cotizaciones se hunden.

Por tanto, los capitales huyen de los activos de riesgo: de las acciones, de las materias primas, de la deuda de la periferia europea, de los países emergentes y se esconden bajo la coraza de los bonos de los países más fuertes: la deuda de EU, Alemania, Japón, Australia, o el Reino Unido, países que por lo menos tienen un banco central propio (salvo Alemania) y que, por tanto, tienen política monetaria y cambiara, que pueden imprimir dinero y monetizar su deuda.

Pues bien, justo un mes después de tocar un máximo de 2012, de presumir un rendimiento de 9% en el año, las ganancias del Dow Jones se han esfumado por completo y hoy cerraba en los 12,118.57 pts. Ya está más abajo del nivel en el que cerró el 30 de diciembre del año pasado (12,186 pts), y en el año arroja un rendimiento negativo de 0.8%. El soporte de los 12,186 pts no aguantó ni un día.

La primera jornada de junio, arrastrado por los pésimos datos de Europa, China y EU, fue por tanto de pérdidas brutales, superiores al 2%. El Dow Jones se desplomaba un 2.22% hasta los 12,118.57 pts, el Nasdaq un 2.82% a los 2,747.48 pts y el S&P’s 500 un 2.46% para terminar en los 1,278.04 pts. Ahora bien, si el Dow ya ha sido defenestrado, el S&P’s 500 y el Nasdaq todavía pueden presumir ganancias en este 2012, aunque ya muy menguadas: el S&P’s de sólo 1.6% y el Nasdaq de 5.5%.

Pese aunque aún salvan el año, lo cierto es que tanto el Nasdaq como el S&P’s 500 ya han bajado más de un 10% desde sus máximos del año, lo que lo ponen como un mercado técnicamente en “corrección”. En la semana, las pérdidas del Dow, el Nasdaq y el S&P’s 500 fueron respectivamente del 2.7%, del 3.2% y del 3.0%.

Per el panorama era espantoso allá donde se mirara: en Europa, el Dax de Francfort fue esta vez el más catigado (-3.4%), seguido del Cac-40 (-2.2%). En las materias primas, el Brent cotiza debajo de los 100 dólares: se hundió un 3.1% a 98.72 dólares, y el WTI un 3.8% a 83.26 dólares. El cobre perdía un 1.5%.

En el mercado de deuda, el bono de 10 años de España se regresaba a niveles cercanos al 6.6%,  mientras que la tasa de 2 años de Alemania llegaba a registrar una tasa negativa. La tasa del bono de 10 años en EU se hundía 10 pbs a 1.46%.

Así andan las cosas: los mercados se derrumban pero no hay nada que haga presagiar que se puedan dar la vuelta. Depende de los líderes europeos, y en esencia de Merkel, de que diga sí a los eurobonos. ¿Los aceptará? Y de ser así, ¿cuándo? No se ve que sea pronto. 

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